El presidente ruso, Vladimir Putin, está al tanto de que el convoy con ayuda humanitaria para la región de Lugansk entró en Ucrania y comenzó a desplazarse en esa dirección.
Dmitri Peskov, asesor de prensa del estadista, afirmó que el mandatario fue informado de todos los detalles.
Sin aclarar qué instancia tomó la decisión de que unos 60 vehículos -casi el 20 por ciento de toda la caravana- cruzara la frontera, Peskov dijo que su marcha hacia Lugansk ya es una realidad.
Interrogado por la radio Kommersant FM, el asesor presidencial evitó comentar si se tomaron acuerdos con las autoridades ucranianas y con los milicianos.
La web de la cancillería rusa confirmó hoy que la decisión del inicio de la marcha había sido tomada y alertó sobre el carácter estrictamente humanitario de esa misión al criticar a quienes pretenden minarla, según el texto.
Serguei Lavrov, jefe de la diplomacia rusa, y su par alemán, Frank-Walter Steinmeier, dialogaron la víspera sobre el convoy y acerca de un posible diálogo entre las partes en conflicto.
Durante la plática telefónica, los ministros prestaron atención al paso de la caravana de camiones con asistencia para la población de la región de Lugansk, que sufre una crisis humanitaria por la guerra, informó la cancillería rusa en su web.
Moscú gestiona el paso de este contingente en coordinación con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para hacer llegar hasta Lugansk 400 toneladas de cereales, 100 de azúcar, 62 de alimentos para niños, 54 de medicamentos, 12 mil sacos de dormir y 69 generadores eléctricos.
El CIRC, por su parte, estableció ayer una serie de condiciones específicas para los conductores, según informó el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia.
Los vehículos deben pasar por un punto de control fronterizo ucraniano directamente hacia el de entrega de la carga, sin paradas.
Se informó, asimismo, que solo se permite un conductor por camión y este estará obligado a tener un escolta de la Cruz Roja a todas horas.
El objetivo es que la carga llegue hasta el territorio de la insurgente República Popular de Lugansk, sometida a reiterados bombardeos y fuego de artillería por el Ejército, tropas de seguridad, la Guardia Nacional y los escuadrones paramilitares integrados por ultranacionalistas.
Representantes del CIRC insistieron en la necesidad de que la seguridad de esta caravana esté garantizada a lo largo de su trayectoria.
Los habitantes de Lugansk saludaron con pancartas la llegada del primer grupo de camiones, según la agencia de noticias Novosti.
Un segundo grupo de unos 30 vehículos se halla en un puesto de control fronterizo, en territorio ruso, a la espera del permiso para iniciar la marcha hacia el territorio de la insurgente República Popular de Lugansk.
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