Efectivos de la Guardia Nacional (GN) ucraniana capturados por milicianos de la insurgente ciudad de Lugansk confirmaron este sábado que tenían la misión de atacar el convoy de ayuda humanitaria rusa destinado a la región del Dombass.
Los tres saboteadores integrantes de una fuerza de tarea de la GN enmascaraban en un vehículo un cargamento de armas y municiones, según informó el cuartel general de las milicias unificadas de la República Popular de Lugansk y de Donetsk.
Un portavoz de los rebeldes explicó que el arsenal estaba oculto en bolsas camufladas como envases de alimentos.
El plan consistía en «sembrar» minas a lo largo del camino local y atacar al convoy ruso que transporta 400 toneladas de cereales, 100 de azúcar, 62 de alimentos para niños, 54 de medicamentos, 12 mil sacos de dormir y 69 generadores eléctricos.
Los integrantes del comando dijeron en los interrogatorios que el objetivo principal de su misión era impedir que esos medios de subsistencia llegaran a los residentes de las zonas rebeldes del sureste ucraniano, declaradas en catástrofe humanitaria por los constantes bombardeos de las fuerzas subordinadas a Kiev.
Uno de los detenidos aseguró que el Ejército ucraniano ha enviado siete equipos de saboteadores hacia las regiones de Donetsk y Lugansk y que esos grupos fueron entrenados para operar en emboscadas a lo largo de las rutas que conducen a las áreas controladas por la milicia.
Explicó que los oficiales de seguridad los han instruido en la ejecución de acciones que obliguen al convoy a retornar a la frontera sin llegar a matar a los socorristas rusos que acompañan la carga.
Los detenidos reiteraron que los planes de atentados persiguen el objetivo de impedir el suministro de alimentos y medicinas en los territorios bajo control de las fuerzas insurgentes.
Portavoces del cuartel general de las milicias citados por Itar-Tass dijeron que continúan las investigaciones sobre los restantes comandos de saboteadores.
La cancillería rusa denunció la víspera los intentos de obstruir la llegada de la ayuda humanitaria enviada por Moscú para los civiles del sureste ucraniano. Una nota publicada en la web ministerial expresa «profunda preocupación» por los intentos de poner cada vez nuevos obstáculos al transporte de esos medios.
La intensificación de las acciones militares que provocan las tropas ucranianas en la zona entre la frontera con Rusia y Lugansk tienen el evidente propósito de evitar el pase del convoy por la ruta acordada previamente con Kiev, denuncia el comunicado oficial.
Al parecer, en Ucrania y fuera de sus límites existen muchas fuerzas deseosas de impedir la ayuda humanitaria incluso a costa de nuevas víctimas y destrucciones, indica el texto.
Este viernes, guarda fronteras y aduaneros ucranianos detuvieron el convoy ruso con el pretexto de no haber recibido la documentación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
La guardia fronteriza y los oficiales de la Aduana están listos para iniciar el trabajo de recepción de esos bienes, pero nuestros representantes no han recibido ninguna documentación del CICR, afirmó el portavoz del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa (CNSD), Andrei Lisenko.
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