La fiesta tradicional de más hondo arraigo en el Yayabo se despidió con más penas que glorias.
El bostezo de las calles enramadas
Foro online: El Santiago que se avecina (+ fotos)
El Santiago Espirituano concluyó este domingo; no la festividad sui géneris que los yayaberos fueron moldeando a su imagen y semejanza durante siglos, sino una jornada de celebración popular que comenzó el pasado miércoles bajo los augurios de un torrencial aguacero y que hoy continúa levantando polémica.
En qué medida perduran las esencias del Santiago en las fiestas que tuvieron lugar por estos días es un asunto que se dirime con similar vehemencia en corrillos de expertos e intelectuales, cansados ya de alertar sobre las tradiciones marchitas, y en tertulias de calle, justo el sitio donde se experimenta con mayor intensidad esa suerte de carnaval peculiarísimo que, por desgracia, no vive sus mejores tiempos.
Sin la Comparsa Artística de Neira, antológica en la ciudad, y sin que el bullicio pusiera un solo pie en el recién intervenido parque Serafín Sánchez ni en el paseo de la Avenida de los Mártires —hicieron bien los organizadores en cuidar el patrimonio, que apenas con la lluvia ya se está descascarando—, el jolgorio de este año, sin embargo, sacudió de su modorra habitual a la plaza frente al Hostal del Rijo, la más antigua de Sancti Spíritus, y la sumó como área infantil y para la presentación de agrupaciones tradicionales.
Igualmente tradicionales de seguro algún día terminarán siendo, a fuerza de repetirse año tras año, las carrozas de cuestionable calidad estética y la evolución de las comparsas en los escasos metros cuadrados frente a la plataforma central, aristas señaladas por la prensa Santiago tras Santiago con insistencia de disco rayado. Que no hayan sido enmendadas estas evidentes distorsiones, ¿quiere decir que el pueblo las prefiere así y que, por ende, es el responsable de que la tradición haya mutado?
Un ejemplo claro, clarísimo, de transfiguración de las esencias radica en los concursos de calles engalanadas y enramadas, iniciativa que en décadas pasadas provocaba movimientos telúricos en barrios enteros y que en pleno 2014 apenas consiguió desperezar a tres cuadras.
Sobre esta manifestación de la cultura popular expresó Yoel Gallardo, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, en entrevista online con los lectores de Escambray: “Basta con participar en una de esas calles para sentir en carne propia la alegría, el entusiasmo, la voluntad de mantener esa tradición que todavía perdura entre muchos espirituanos”.
Y es cierto, pero se requiere más que la buena voluntad y el entusiasmo de los vecinos —unos cientos, a lo sumo— para revitalizar un concurso como ese. Habría que ver, en principio, si valdría la pena el esfuerzo.
Con la gran noche de premiaciones se despidió el Santiago Espirituano, una festividad urgida de replanteos no tanto organizativos como conceptuales, so pena de continuar alejándose de sus esencias hasta desembocar sin remedio en un carnaval más.
ELSA QUEREMOS QUE USTED NOS HAGA COMENTARIO COMO ES USUAL DANDO EL TIRO AL BLANCO EL COMENTARIO DE LA CARROZA DE LA ALIMENTARIA PORQUE NO CLASIFICO O FUE CULPA DE LOS FAMOSOS TRASVERTI. SALUDOS PARA USTED COLEGA.
TODOS LOS AÑOS MAS MALITOS TODAVIA QUE ES LO QUE FALTA O NO FALTA ,
Para la economía familiar, los más caros de la historia, cualquier equipo de recreación infantil incluyendo los de manipulación manual que no requieren de electricidad, costaban 5 pesos, la cerveza mayabe y brujas que de por si son super caras, ahora le levaron los costos, las comidas ni que hablar. Si no hay dinero, es preferible hacerlos cada dos años y cuando se puedan financiar sin desangrar al pueblo como esta vez.
en el 2015 veremos la misma cantaleta… y nada cambiara, porque lo unico que necesita cambiar no cambia, la mentalidad para ir comenzando…. el Santiago Espirituano no tien nada que ver con el 26 de julio, por poner un ejemplo.. Habran las puertas a la creatividad y solo abriendo puertas, fluiran gente nueva con ideas nuevas que haran recobrar el esplendor de estas fiestas. Da verguenza que en Miami se celebre con mas entusiasmo y dinamismo el Santiago, que en nuestra Ciudad
Ni Santiago, Ni Carnavales fue solo una estrategia para recaudar fondos, sin duda eso es lo único que parece, otra teoría lucrativa para apalear los gastos por las labores del 500 y la famosa “circulación mercantil” lo que cualquiera nombrara una verdadera recesión financiera.
Añado además para que razonen LOS ESPÌRITUANOS QUIEREN QUE QUITEN ESA PERSEGUIDORA EL DÍA ENTERO AMENAZANDO A CUANTO INFELIZ BICICLERO O TURISTA PASA O QUIERE PARQUEAR por la zona. Pregunten a los cros de Hotel Plaza y le dirán lo que piensan los turista del ambiente militar del parque Serafín Sanchez.
Vean la encuesta solo un 3% quiere ese tipo de carnaval, LOS ESPIRITUANOS NO QUEREMOS CARNAVALES, LOS ESPIRITUANOS QUEREMOS NUESTRO SANTIAGO!!!!!!!.
Si los jefes no saben lo que es un Santiago que aprendan o renuncien. QUEREMOS NUESTRO PARQUE SERAFÍN SANCHEZ PARA FESTEJAR.
Más malo, imposible, el esfuerzo pudo ser muy grande, pero los resultados funestos, se cansó el pueblo?, no me parece pues las actividades del 500 demostraron que el pueblo quiere festejar, las carrozas horribles, la cultura del detalle perdida, si hay los materiales como dicen en el artículo entonces es problema de los encargados de diseñar, pero todos los años se ven los mismos encaramados en las carrozas, ya no son las muchachas más lindas, sino las más feas, además de no bailar ni aunque estén próximas a pasar para la plataforma y las comparsas igual , no tienen motivación?, pues analicen por qué, pero bueno… hay tanto que analizar anque el año pasado se realizó un análisis por parte de la prensa que trasmitía esperanzas para estos carnavales que acaban de sucumbir como Matías Pérez aunque Matías pasó a la historia y estos carnavales del 2014 ni historia han tenido.,
Yo preguntó ¿hasta cuando vamos a seguir con el DISCO RALLADO¿ no es hora ya de sacudir la mata
Que no hayan sido enmendadas estas evidentes distorsiones, ¿quiere decir que el pueblo las prefiere así y que, por ende, es el responsable de que la tradición haya mutado?..Eso nunca lo sabremos porque el gobierno no hace encuestas y al particular,no lo dejan y por tanto las autoridades actuan como si fueran el Rey Sol…»L’État, c’est moi»