El presidente Juan Manuel Santos se comprometió a emplear todas sus energías en cumplir el mandato de paz al que dieron su apoyo los colombianos que lo reeligieron para un segundo período de gobierno hasta 2018.
En su discurso tras la investidura en el Patio Núñez del Capitolio Nacional, ante 128 delegaciones de 105 países, entre ellos un rey (abdicado) y 11 jefes de Estado y de Gobierno, Santos recordó cuando hace cuatro años dijo que la puerta del diálogo no estaba cerrada.
A partir de ese momento, añadió, su Gobierno se dedicó, de manera paciente y metódica, a construir un proceso de paz serio, digno, realista y eficaz, que aprendiera del pasado y pusiera fin, de una vez y para siempre, a una historia de violencia.
El paso final de ese proceso será ahora zanjar definitivamente ese conflicto, garantizar que no haya más víctimas y que los derechos de estas se satisfagan del mejor modo posible, agregó.
Santos admitió que esta etapa será la más difícil de todas porque «va a exigir sacrificios de todos nosotros y, sobre todo, decisiones sobre el tema las víctimas». Ese será, según el Presidente, «una disposición real de contar la verdad, esclarecer qué pasó y por qué, de participar en procesos de reparación y encontrar una fórmula de justicia aceptable para las víctimas y para el pueblo colombiano».
La justicia que resulte de ese proceso no será perfecta, precisó, pero sí que garantice un máximo de satisfacción de las víctimas, que ofrezca garantías de no repetición y no pierda de vista a tantos colombianos que sufrieron las consecuencias del conflicto armado en sus lugares de origen.
Señaló que esa «es la disposición que tendrán que demostrar las Fuerzas Armadas Revolucionarias-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y también el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que esperamos dé pronto el paso definitivo».
Al hacer un balance del proceso de paz, destacó los acuerdos sobre tres de los cinco puntos en agenda suscritos hasta ahora: desarrollo agrario integral, participación política y solución al problema de las drogas ilícitas, en tanto se avanza en el cuarto relacionado con las víctimas.
Hace apenas un par de días se acordó que en dos semanas se instalará la subcomisión que abordará el cese el fuego y de hostilidades (bilateral y definitivo) y la dejación de armas, que constituye el último punto de la agenda, detalló.
El mandatario resumió en tres pilares fundamentales lo que será su segundo mandato, «que no es mío sino de todos los colombianos», dijo: un país en paz total, con equidad y el más educado de América Latina en 2025, lo cual requiere, sobre todo, unidad, sacrificio y un esfuerzo monumental.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.