La ciudad del Espíritu Santo exhibe campanas en fachadas de centros de servicios y gastronómicos, revistas, folletos, automóviles e incluso en una concurrida calle, como un símbolo alegórico a su recién cumplido medio milenio.
Si bien en los primeros aparece en forma de logotipo, donde reza la frase Testigo del tiempo y las fechas 1514 y 2014, en la calle que conduce a la Iglesia Parroquial Mayor, así como a otros sitios del centro histórico urbano (Monumento Nacional), las campanas se pueden tocar y ya muchos se han tomado instantáneas junto a ellas.
De este modo en la cuarta de las siete primeras villas fundadas por el Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar existe en la actualidad un espacio -en la calle Honorato- que recuerda a través de cinco grandes campanas la historia recorrida desde aquel 4 de junio de 1514, en que fuera fundada, hasta 2014, fecha en que celebró el 500 aniversario.
Realizadas en el reconocido taller Navia, donde se trabaja con el barro, cada una de las campanas recoge 100 años, es decir la primera abarca de 1514 a 1614 y así sucesivamente hasta completar los cinco siglos de vida de esta ciudad central, a unos 350 kilómetros al este de La Habana.
Semejando el color del bronce, sobresalen en el frente de todas el escudo de la ciudad, donde aparecen una paloma con sus alas extendidas, cuatro banderas cubanas, las letras N y S y el lema Mi lealtad acrisolada; en el borde inferior puede leerse la frase Testigo del Tiempo.
Según textos consultados, ese lema hace referencia a la fidelidad mantenida por el Ayuntamiento a España, cuando en 1762 los ingleses tomaron La Habana, mientras que la paloma representa el Espíritu Santo, patrono de la ciudad, única del país que mantiene su nombre en latín.
El reverso de las campanas posee en el borde inferior, al relieve, la siguiente inscripción: Cerámica Casa Navia. Cada una de ellas descansa sobre una base de cemento sencilla, pero artísticamente concebida.
La denominada ahora por algunos como «la calle de las campanas» -aledaña al céntrico bulevar espirituano-, con varios bancos, faroles para su iluminación nocturna y macetas con diversas plantas ornamentales, es un pequeño espacio vedado al tránsito vehicular.
No obstante, la calle Honorato continúa de ahí hacia delante con el mismo ir y venir de vehículos y personas.
Sancti Spíritus, conocida además como la Ciudad del Yayabo, por el nombre del río que la atraviesa, y por la Ciudad de los Murales, debido al número de obras de este tipo realizadas por diversos artistas de la plástica, posee ahora una singular calle donde predominan las campanas.
*Corresponsal de Prensa Latina en la provincia cubana de Sancti Spíritus.
Además de reconocer la realización de las campanas por el Taller Navia creo que también sería oportuno hacer mención en el artículo que el proyecto general y el concepto fue concebido por estudiantes de 5to año de la carrera de Arquitectura de la Universidad Central como parte de su trabajo de diploma, muchas veces la obra del arquitecto es obviada en estos tipos de trabajos.