Antes de que su casa se le venga encima, Clara Sicilia Díaz ha intentado todo lo que le ha sido posible para evitarlo: gestiones en aras de lograr una conservación del techo, solicitudes de subsidio, legalizar la morada a su nombre, cartas al Gobierno local y a la Vivienda…; pero la única puerta que se le ha abierto es la del peloteo.
Y ha hecho demasiado. En su hogar de madera y tejas — construido en 1902 y localizado en la calle Agramonte, No. 126, entre República y Tomás Pérez Castro, en Cabaiguán— vive sola, a expensas de una jubilación y con una hemiplejia de los miembros superiores e inferiores del lado izquierdo que la han condenado a la invalidez.
“A partir del 2000 comencé a gestionar una conservación del techo —narra Clara— y siempre se me planteaba que sería incluida en el proyecto del próximo año. En el 2012 el Gobierno me orientó solicitar un subsidio por la situación crítica de la vivienda, además de mi estado de salud. Solicité dicho subsidio y se me orientó por parte de la Vivienda que debía legalizar la casa a mi nombre, comencé este largo proceso y tuve hasta que vender mi olla multipropósito para sufragar los gastos de dicho trámite”.
No ha sido suficiente. Desde que en junio pasado volviera a solicitar, una vez más, el subsidio ante el agravamiento de la salud de la vivienda y de la suya la única respuesta que ha tenido hasta los días de hoy es el silencio.
Ante tamaña indolencia es comprensible la inquietud y el pesimismo de Clara: “Me preocupa tanta dilación en el otorgamiento del subsidio para mejorar mi pobre calidad de vida y que este sirva para una lápida poniendo fin al problema”, concluye.
Escambray es todo oídos y, al igual que Clara, espera una respuesta sensata.
SONRISAS AGRADECIDAS
Esta sección se gratifica con elogios llegados de la mano de Ofelia León Bernal, paciente de la tercera edad que se empeña en dar gracias a varias personas por devolver a sus labios la sonrisa.
Se trata —reseña en su misiva— del estomatólogo Lester Celaya Palleiro, trabajador de la Clínica Estomatológica Provincial, y en ese propio centro a la consulta de Periodoncia, concretamente a la doctora Mileidy y su asistente Maura “por la excelencia de su servicio y el buen trato hacia los pacientes, sobre todo a personas mayores como yo”.
Ofelia hace extensivos sus halagos a la especialista Pastora León Marín en el trabajo con prótesis y Escambray exhorta a que los motivos de esta carta se conviertan en sucesos cotidianos, no solo en centros de Salud.
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