Desde que el 1 de septiembre del 2013 dos ancianas —de 80 y 91 años— tuvieron que hacer maletas y abandonar su domicilio de toda la vida en la calle Pan número 1, entre Pancho Jiménez y Paula, en el municipio cabecera, a causa de la reconstrucción del techo, todavía tienen que andar errantes.
Con una pensión de 200 pesos cada una, han tenido que sobrevivir, además, al pago de alquiler. Pero el tejado de su morada no la arrasó ningún ciclón, sino los trabajos de reconstrucción de la cuartería aledaña, según cuentan en la carta.
“Nuestra casa —escriben las hermanas Dulce A. y Rosa Fragoso Rodríguez— tenía el techo de madera común con una cuartería existente en la calle Pancho Jiménez del casco histórico de la ciudad de Sancti Spíritus, la cual fue demolida por el programa de erradicación de las cuarterías, lo que afectó la cubierta de nuestra vivienda.
“Se nos indicó por parte del jefe de la ECOA-49 de la entonces Empresa Constructora Integral de Sancti Spíritus, que estaba en la ejecución de dicho programa, que debíamos salir ya que se nos iba a reponer el techo con la misma tecnología que se habían ejecutado los de la cuartería.
“Tuvimos que vender la madera del techo anterior para amortiguar en algo el alquiler que hemos tenido que pagar para permanecer y guardar nuestras pertenencias; nuestra familia nos ha ayudado con estos alquileres pero ya en estos momentos no podemos mantenerlos por lo prolongada de la situación y tuvimos que ir a casa de unas sobrinas en Guasimal. De esta situación conocen el Poder Popular Municipal y Provincial, así como el PCC Provincial a través de cartas y de que hemos ido en persona y siempre han contestado que esto se va a resolver; inclusive hace pocas semanas enviaron una pequeña brigada de cuatro hombres y los tuvieron varios días esperando los materiales de construcción que nunca llegaron, y la retiraron”.
Lamentable lo que narran, sobre todo porque a las claras se atisba que la desidia y las soluciones andan juntas en la misma tortuga. ¿Habrá que esperar otro año sin techo?
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