Soldados de mirada perenne

El otrora Departamento Técnico de Investigaciones cumple este sábado 12 de julio 55 años de creado. De anónimo se visten a diario para asumir sus tres misiones esenciales: prevenir, descubrir y cortar delitos de la más diversa índole. Aunque nadie perciba sus acciones, están allí, en la lucha contra la

Prevenir, descubrir y cortar delitos de la más diversa índole, la misión principal de Policía Técnica Investigativa.El otrora Departamento Técnico de Investigaciones cumple este sábado 12 de julio 55 años de creado.

De anónimo se visten a diario para asumir sus tres misiones esenciales: prevenir, descubrir y cortar delitos de la más diversa índole. Aunque nadie perciba sus acciones, están allí, en la lucha contra la intención de lucrar a costa del bien público, en los hechos o intentos criminales y en cualquier subterfugio que tenga por fin introducir o comercializar en el país la droga que enajena y mata.

Inspirados en el conocimiento de la historia que los trajo al mundo, vuelven una y otra vez sobre las ideas de Martí y del Comandante en Jefe Fidel Castro acerca de la necesidad de echar por tierra cualquier plan enemigo para abortar los logros que a fuerza de coraje se han conseguido a lo largo de más de medio siglo.

Hombres y mujeres del otrora Departamento Técnico de Investigaciones (DTI), que al fusionarse con el de Lucha Antidroga adquirió el nombre que los identifica desde el 2009: Policía Técnica Investigativa (PTI), celebran este sábado sus 55 años, con la satisfacción de contribuir a la preservación de la seguridad y tranquilidad ciudadanas desde su actuar profesional, discreto, denodado, sin momentos ni horas.

Tras rostros jóvenes o curtidos y el atuendo civil, organizados en grupos de acuerdo con la especialidad que atienden, viven y laten los soldados de mirada perenne. Su labor llega hasta el sistema penitenciario y se inspira en ejemplos de personas que en otros tiempos honraron con su actuar el nombre de la Patria.

Por eso la constancia de la obra encaminada a fomentar valores y a practicar el heroísmo de los detalles cotidianos, allí, en el combate imprescindible para que no florezcan los actos deleznables y, si suceden, esclarecerlos y plantar la bandera del honor como antídoto de permanente acción.

Ante campañas de descrédito y el gasto de millones de dólares con fines subversivos en la isla, la nueva hornada de miembros de la PTI ha reiterado el compromiso de elevar su preparación en todos los terrenos, evitar desviaciones en la conducta moral y en los hábitos de trabajo personal, así como ganar con disciplina e inteligencia cualquier misión, por más difícil que resulte, conscientes de que a pesar de lo logrado hay todavía mucho por hacer.

Delia Proenza y y Adriana Alfonso

Texto de Delia Proenza y y Adriana Alfonso
Máster en Ciencias de la comunicación. Especializada en temas sociales. Responsable de la sección Cartas de los lectores.

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