Próximo a cumplir 175 años, el Teatro Principal se conserva en pie, se ha modernizado y es lugar de visita de jóvenes y adultos del Espíritu Santo.
Corría el siglo XIX en esta ciudad, época de afanes literarios y tertulias nocturnas que trajeron consigo el nacimiento del Teatro Principal, a orillas del legendario puente sobre el río Yayabo, al centro del país.
Documentos analizados exponen que el maestro de obras andaluz Blas Cabrera empleó sólo 11 meses en la edificación del emblemático teatro, que el 15 de julio de 1839, apenas terminado, abrió sus puertas a un público ávido de cultura.
Cabrera, junto a su coterráneo el maestro Domingo Valverde, dirigió además la obra del antes mencionado puente, considerada la única construcción civil que se conserva en la Isla con esas características.
El Teatro Principal se alza en el Centro Histórico Urbano de esta ciudad, Monumento Nacional, colindando con el Palacio de Valle o Casa de las Cien Puertas -hoy Museo de Arte Colonial-, cerca de la Iglesia Parroquial Mayor.
Al teatro y al palacio solo los separa una estrecha calle empedrada.
Los expertos clasifican a las columnas que sostienen al inmueble como toscanas, las que junto a los arcos de carpanel en sus frontis hablan de la presencia del neoclasicismo en Sancti Spíritus, ciudad fundada en 1514 a orillas del río Tuinucú, próxima al medio milenio.
La cuarta de las siete primeras villas fundadas por el Adelantado Diego Velázquez en la Isla se trasladó a las márgenes del afluente conocido como Yayabo en 1522, acontecimiento que se relaciona con cierta leyenda.
Algunos afirman que el Teatro Principal -nombre que se repite en otras ciudades del país- es el más antiguo de Cuba, mientras hay quien señala que se intentó lograr una semejanza en su estructura con el famoso teatro Tacón, situado en La Habana, capital del país caribeño.
Inicialmente se llamó Teatro de Sancti Spíritus, localidad a unos 350 kilómetros al este de La Habana, y es en el siglo XX que recibió el que ha trascendido hasta nuestros días.
AGONIZA EL COLISEO
Con el inicio de las primeras guerras de independencia contra el colonialismo español en Cuba, en 1868, la madera de los hasta entonces palcos y escenario del Teatro Principal fueron utilizados para la cocción de los alimentos que consumían las tropas.
Es restaurado por primera vez en 1878 por el gobernador Pellicer. Por entonces contaba con 33 palcos en un primer piso; el segundo y tercero estaban dedicados a tertulias, así como tenía 200 lunetas.
En 1890 el estado del teatro era deplorable. Fue convertido en Hospital de Sangre, Albergue de reconcentrados y por último en alojamiento de tropas y cocinas, lo que provocó la desaparición del segundo piso.
El primer periódico espirituano, El Fénix (1834), el 8 de abril de 1890 publicaba la solicitud al alcalde de la villa de reconstruir la edificación, de la cual se comentaba sería convertida en un asilo para las viudas de la guerra.
RENACE EL PRINCIPAL
El 24 de octubre de 1901, el coliseo dedicado a expandir la cultura quedó listo y decorado, exhibiendo un foso o sótano profundo bajo las tablas del escenario, que se asegura era el secreto de una extraordinaria acústica.
En el siglo XX es llamado Principal y el 28 de febrero de 1935 dos resoluciones declaraban Monumento Público de carácter municipal a la Iglesia Parroquial Mayor, el Teatro y el Puente sobre el río Yayabo.
En la década del 70 del pasado siglo varió por completo su ambientación interior y se sustituyeron las añejas tejas del techo por un material más moderno, muy distante del original.
COMO AVE FÉNIX
Algunos lo conocen, otros quizás nunca lo habrán escuchado o leído, pero el 28 de marzo de 1894 Juventino Rosas, el famoso violinista y compositor mexicano, creador del famoso vals Sobre las olas, debutó en este coliseo con la Compañía Italo-mexicana.
A Rosas lo sorprendió la muerte en Cuba, con solo 26 años de edad.
Las puertas del Principal también se abrieron para recibir al destacado violinista cubano Brindis de Salas.
Hace unos dos años mereció una reconstrucción capital, hecho que le imprimió además del esplendor perdido, un toque de modernidad, y se inauguró allí entonces un Café Teatro para la promoción y el disfrute de obras artísticas, así como de los servicios del bar.
Actualmente cuenta con 329 capacidades y una sala con alta tecnología, incluyendo tabloncillo, paneles acústicos, sistema de luces y climatización.
Próximo a cumplir 175 años, el Teatro Principal se conserva en pie, se ha modernizado y es lugar de visita de jóvenes y adultos de esta ciudad que reconocen en él a una de las joyas arquitectónicas de Sancti Spíritus o Espíritu Santo, la cual celebrará el 4 de junio próximo el 500 aniversario de su fundación.
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