Estabilizar la molida e incrementar el rendimiento industrial constituyen elementos claves en Sancti Spíritus para revertir el atraso en el plan de azúcar.
Con el 55 por ciento del plan de azúcar elaborado, que significa tener una deuda de alrededor de 5 000 toneladas hasta el 5 de marzo, la zafra en Sancti Spíritus entró en el período óptimo, por lo que resulta imprescindible trabajar en dos vertientes que pudieran ser determinantes en las aspiraciones del cumplimiento: estabilizar la molida y levantar el rendimiento industrial, indicadores con inestabilidad a lo largo de la cosecha.
Hasta mediados de la presente semana, el aprovechamiento de la norma potencial era del 70 por ciento, algo inferior a lo previsto y si bien la materia prima procesada hasta esa fecha equivale al 62 por ciento del balance movible, todavía el estimado cañero daba un respiro al cerrar febrero al 104 por ciento.
Mas, la zafra está tensa, toda vez que faltan menos de 40 días para cerrar el calendario previsto —15 de abril—, de ahí que el trabajo de todos los colectivos de la parte agroindustrial sea decisivo a fin de incrementar el aprovechamiento de la jornada y la fabricación diaria de azúcar en cada central.
De acuerdo con la información de Manuel Pérez Siberia, jefe de operaciones de zafra en la Empresa Azucarera espirituana, el 12 por ciento del tiempo perdido tiene como causa la lluvia, factor con mayor incidencia en el central Uruguay; mientras en el ingenio Melanio Hernández se añaden, además, problemas industriales y el no completamiento del balance de corte mecanizado.
Uruguay protagoniza mejor campaña, con el plan prácticamente al día y una ejecución física superior al 62 por ciento, a la vez que exhibe una favorable eficiencia. Sobre el central de Tuinucú se concentra el grueso del atraso productivo, al reportar una elaboración del plan cercana al 40 por ciento luego de unos 50 días de zafra.
“No es que dependamos del cielo, pero el clima repercute mucho en la cosecha y hasta ahora el atraso es salvable, lo que no podemos hacer es seguir ampliando esa deuda; estamos en la etapa óptima y tenemos a favor que el 75 por ciento del plan de azúcar recae en el central Uruguay, que se ha comportado bien. A ello se añade que se cortaron primero los campos de menor rendimiento agrícola, de manera que disponer para el final de la mejor caña resulta algo positivo y nos corresponde hacer el mayor esfuerzo para moler alto y estable”, expresa Pérez Siberia.
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