Juan Gelman fue una incansable voz contra la impunidad durante la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1982.
Este miércoles el Gobierno de Argentina decretó tres días de duelo para rendir homenaje al laureado poeta y escritor argentino Juan Gelman, que falleció el martes en México después de haber vivido parte de su vida exiliado por la dictadura militar argentina que le arrebató a sus hijos.
El ganador del Premio Cervantes, el galardón más importante de las letras hispanas, murió a los 83 años en la capital mexicana por un síndrome mielodisplásico, una disfunción de la médula ósea, según medios locales.
Cristina Fernández, presidenta argentina, decretó tres días de luto. Y el secretario de Cultura, Jorge Coscia, dijo que despedían a un “luchador, a un hombre que sufrió en carne propia el exilio, la pérdida, la impotencia, el dolor”.
El poeta de ojos grandes y tristes, que nació en Buenos Aires en una familia de emigrantes judíos ucranianos, fue una incansable voz contra la impunidad durante la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1982.
En 1976, sus únicos hijos, Nora Eva y Marcelo Ariel, fueron secuestrados por agentes del Gobierno junto a su nuera, María Claudia Iruretagoyena, que estaba embarazada de siete meses.
Los restos de su hijo fueron identificados en 1990 tras ser hallados dentro de un tambor de cemento en un río de Buenos Aires. Su hija y su nuera siguen integrando la lista de miles de desaparecidos que dejó el régimen militar.
“Sólo quien, desde el dolor, ha escrito con verdadero goce puede dar a sus lectores un gozo semejante“, dijo Gelman en su discurso al recibir el Cervantes en el 2007.
“La nuestra es la verdad del sufrimiento. La de los asesinos, la cobardía del silencio. Así prolongan la impunidad de sus crímenes y la convierten en impunidad dos veces”.
Después de una búsqueda incansable, el poeta logró encontrar en Uruguay a su nieta desaparecida, María Macarena, en el 2000. La mujer viajó a México para asistir el miércoles al velorio de su abuelo.
Cuando joven, Gelman inició sus estudios universitarios de Química, pero los abandonó para dedicarse de tiempo completo a la poesía y al periodismo.
Tuvo una prolífica vida, y de sus primeros años en la literatura sobresale “Gotán” (1962), y más tarde “Cólera Buey” (1971), que formaron parte de la corriente conocida como nueva poesía hispanoamericana.
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