El Camino de La Habana vuelve a estas páginas no para ser una de de esas noticias que buscan nuestros lectores, sino para despejar las dudas que quedan sobre las labores de alcantarillado que tanto requiere esa zona de la cabecera provincial. Desde la calle Ampliación de Margarita y Quinta, No. 85 en la Zona de Desarrollo del Camino de La Habana, Gladys Nápoles Sosa hace alusión al trabajo “Aceras a medio andar”, publicado por este semanario el 30 de agosto, donde se explica la interrupción de las labores de urbanización en el barrio en cuestión.
“El compañero Fredesman Jiménez Bravo, de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, dice que el tramo que incluye la línea principal de la calle Quinta se entubó… y que luego en una segunda etapa se continuará en la calle Tercera”, cita la remitente.
“Lo único que no dijo —continúa la misiva— fue que el primer tramo de esa línea principal faltó por entubar, la parte más comprometida, la que pasa por detrás de los cuartos de mi mamá, Evangelina Sosa, y al costado de la casa de Elia Mayea. ¿Por qué se dejó este tramo? De ello nadie da respuesta”.
Según refieren a Escambray Emilio Hernández Sánchez y Armando Medina, directores de Mantenimiento y Equipos y de la Unidad Empresarial de Base de Mantenimiento y Reparaciones en la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, respectivamente, esa zona tiene un proyecto para inversiones que nunca se ha aprobado. Para el entubamiento el Instituto de Recursos Hidráulicos dio un nivel de recursos. “Fue una solución emergente provisional para eliminar la zanja que se entubó, la de peor situación porque comprometía la tubería de agua potable que también pasaba por ahí”, aclara Emilio.
“Precisamente en la casa de Gladys comenzaron los trabajos y quedó una zanja que, además, llega a la línea férrea y sigue. Esa no es la única vivienda afectada, al final del Camino de La Habana y por el fondo de las que recibieron las mejoras hay una situación similar donde el agua albañal pasa incluso por debajo de las casas. Pero eso forma parte de una inversión que se propuso para el 2015 y no se aceptó. Por otra parte, técnicamente, allí no queda espacio para construir la alcantarilla que lleva. Eso implicaría la demolición de algunos inmuebles para poder entrar con el equipamiento”, detalla Armando.
Todo parece indicar que, tanto a la hora de informar a la prensa y también al propio vecindario, sobraron las expectativas y faltaron precisiones acerca de un problema que no está incluido en el programa de inversiones para el próximo año, pero apremia, ya que se trata de una cloaca que convive de tu a tú con el vecindario y un problema que, a la larga, no puede ser bueno para la salud de los pobladores de esa barriada espirituana.
EXHORTACIÓN DESDE LA CONVALECENCIA
Un reconocimiento explícito a la sensibilidad y a la profesionalidad de médicos, enfermeras y paramédicos del Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos que intervinieron en su caso ha hecho llegar a nuestra sección Ricardo Acevedo Ramírez, trabajador de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí a cargo de seguridad y protección en el antiguo Pedagógico.
Aunque a su cargo estuvieron decenas de trabajadores de la institución sanitaria, en su misiva Acevedo Ramírez ha querido resaltar el esmero de la doctora Tatiana Merlo Bombino y del equipo del Departamento de Gastroenterología donde le fue diagnosticado el padecimiento.
Asimismo, el empeño de los doctores Mayra Concepción, Javier Lorenzo y Osvaldo Acevedo —a cargo de la cirugía— y Tanet García en Terapia Intermedia, donde igualmente pondera las atenciones de enfermeros y personal de apoyo, cuyo actuar reconforta “incluso en medio del malestar y el dolor”.
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