El Diccionario de las artes visuales espirituanas, elaborado por el crítico e investigador Luis Rey Yero, se presentó durante los festejos por los 500 años de la villa.
Breve, pero elegante, el Diccionario de las artes visuales espirituanas incluye una información útil no solo para los neófitos en la materia que deciden adentrarse en el patrimonio espirituano, sino también para investigadores y especialistas urgidos de información referencial sobre los 96 artistas cuya obra se reseña en estas páginas.
El texto, nacido gracias a la acuciosa búsqueda de alrededor de tres décadas del crítico e investigador Luis Rey Yero, recoge por orden alfabético la ficha técnica de estos creadores, a partir de sus aportes personales al ámbito cultural del territorio desde inicios del siglo XX hasta los primeros años de la presente centuria.
La estructura de cada ficha incluye en el primer párrafo una caracterización del autor sobre el artista en cuestión; y en el segundo párrafo se esboza el punto de vista de otro crítico para ampliar los comentarios sobre la obra visual descrita.
A seguidas, se sintetizan las exposiciones personales y colectivas donde ha participado; y concluye con una bibliografía en la cual se incluyen otros libros, periódicos, revistas y publicaciones diversas que también hayan recopilado el quehacer del creador para poder facilitar la ampliación de información sobre su obra.
Los 500 ejemplares de este catálogo constituyen el fruto de la espirituana Ediciones Luminaria, en copatrocinio con el Instituto cubano de investigaciones culturales Juan Marinello —que financió la encuadernación, la cubierta y las reproducciones en colores—, y la colaboración financiera de una veintena de artistas.
En el libro, que se presentó en el contexto de las festividades por los 500 años de la fundación de la villa, se agradecen la acuciosidad del investigador, el oficio del editor Arturo Delgado Pruna y el diseño y composición digital del creador Yainel Matías Echemendía.
El Diccionario… recoge el quehacer artístico de diferentes generaciones y tendencias, desde las modalidades más tradicionales como artesanía artística, pintura, fotografía y dibujo, hasta formas más novedosas como instalaciones, performances, caricaturas y videoartes porque el concepto de artes visuales desborda el de artes plásticas.
De ese modo el texto reseña por igual las figuras de estropajo de Benita Martín, los cuadros de Oscar Fernández Morera o de El Monje, que las instalaciones de Wilfredo Prieto, los paisajes de José Perdomo o las esculturas de Thelvia Marín.
“Fui bastante flexible a la hora de la selección, por ejemplo, incluí a Heriberto Manero, que es de Sagua la Grande, pero hizo los murales en el edificio del Gobierno provincial y estuvo unos cuantos años aportando a la cultura espirituana; al habanero René Ávila, del Grupo de Los Once, quien también dejó su evidencia aquí; a algunos que viven en otras provincias o en el extranjero, como Olimpia Ortiz, Alicia Leal, Alexandre Arrechea, Wilfredo Prieto, los cuales, aunque no se encuentran ahora en el territorio, lo prestigian con su obra y han aportado a nuestra cultura”, detalla Luis Rey Yero.
Este autor, licenciado en Letras Hispánicas, Máster en Historia del Arte y Doctor en Ciencias del Arte, ha publicado con anterioridad otros estudios como Arte cubano del centro de la isla, junto con el crítico Manuel Echevarría; El paisaje en la plástica cubana, la particularidad espirituana y Herejía desde las márgenes del arte.
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