Representantes de las víctimas del conflicto armado en Colombia instaron al gobierno de ese país y a las insurgentes FARC-EP a realizar gestos concretos que permitan generar confianza en el proceso de paz.
Tras reunirse este martes en La Habana con las delegaciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Ejecutivo de Juan Manuel Santos a estos diálogos, los 12 miembros de este grupo expresaron su apoyo a la construcción de un proceso de paz que dignifique al ser humano.
En un comunicado conjunto, leído por Gloria Cecilia Londoño, una de esos afectados, llamaron a la sociedad colombiana a promover un cambio de mentalidad que impulse la participación activa de la ciudadanía en este esfuerzo.
Se hace necesario el impulso de una pedagogía de paz con justicia social que permita involucrar a los colombianos con la solución política de la confrontación, afirmaron.
Instaron, además, a iniciar los diálogos entre del gobierno de Colombia y otras fuerzas insurgentes de ese país como el Ejército de Liberación Nacional, los cuales se encuentran en fase exploratoria.
En tanto, dos de ellos, Magda Correa y Camilo Villa, expresaron a la prensa su convicción de que las partes en diálogo están comprometidas con el esfuerzo para encontrar una salida política a más de medio siglo de conflicto social y armado en Colombia.
Es dignificante participar en un espacio en el que con tanto respeto se escucha a las víctimas, dijo Villa, quien calificó como un gran avance el hecho de poner a esos perjudicados en el centro del proceso en un país donde casi siete millones necesitan ser escuchados.
Por su parte, la Conferencia Episcopal de Colombia, la oficina de la ONU en ese país y la Universidad Nacional reconocieron la entereza de las 60 víctimas que han viajado a La Habana, en cinco grupos, para aportar a los debates de la mesa de conversaciones.
Reclamaron, igualmente, que se establezca un compromiso de las partes con gestos concretos para reducir el impacto del conflicto en las comunidades, como forma de reconocimiento hacia las víctimas.
Todos los participantes en el encuentro, junto a los representantes de los países garantes (Cuba y Noruega) y acompañantes (Chile y Venezuela) plantaron hoy el denominado Árbol de la Esperanza, a pocos metros del Palacio de Convenciones, sede permanente de estos diálogos.
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