Yankiel Mauri: El benjamín del pitcheo espirituano

Para el joven lanzador espirituano la pelota es un juego y por eso dice que se divierte cuando lo llaman a “apagar el fuego”. Bases llenas. Un out. Guantánamo amenaza con moler en grande. Desde el fondo del “Huelga”, el “muchacho” llega calmado a enfrentar cuarto y quinto bates. Llega

Con solo 18 años, Yankiel muestra el aplomo de un consagrado.Para el joven lanzador espirituano la pelota es un juego y por eso dice que se divierte cuando lo llaman a “apagar el fuego”.

Bases llenas. Un out. Guantánamo amenaza con moler en grande. Desde el fondo del “Huelga”, el “muchacho” llega calmado a enfrentar cuarto y quinto bates. Llega con el aplomo de un consagrado, aunque solo tiene 18 años. Con un extraño windup y una curva pronunciada que combina con rectas que frisan las 90 millas, cae “estrucado” el primer hombre y otros ocho lo hacían de forma sucesiva, unos “ponchados”; otros, en nobles rolatas.

Es la última imagen que dejó sobre el box Yankiel Mauri Gutiérrez. Desde las gradas, el público, que él se ha echado en un bolsillo, aplaude con delirio, mientras alguien respira profundo y exclama: ¡Si tuviera unas libritas más! Fue así también en el estreno de la temporada cuando obtuvo su primera victoria en Series Nacionales frente a Ciego de Ávila.

Desde la lomita luce inmenso, inmutable. Es más, ríe como quien acaba de terminar un juego de bolas o de carritos en Los Limpios, allá en los recovecos de Taguasco, la tierra donde con nueve años lo descubriera Yasmani.

Es que la pelota es para él un juego. Por eso se divierte cuando Aragón lo llama a “apagar el fuego”. A fin de cuentas, “relevar es lo que me gusta, me siento más cómodo”.

Y fue lo que hizo en el Menores de 23; en nueve salidas y 30 entradas y dos tercios consiguió dos triunfos, 2.05 de Promedio de Carreras Limpias y ponchó a 27 bateadores.

En ese rol acumula ahora 10 de sus 11 presentaciones y ha conseguido dos victorias. “El primer día sí me sentí algo presionado, llegué a poner al primer bateador en tres bolas sin strikes, pero yo mismo supe soltar la presión, empecé a botar aire, di unas vueltecitas y me concentré, sabía que tenía el juego en mis manos. Aragón confió en mí y no me quitó.

“Me puse muy feliz cuando vi que todo el mundo me aplaudía, algunos de pie, y al llegar al banco mis compañeros me felicitaron; además, no podía hacer quedar mal a mi tío Domingo, que vino a verme al estadio, todo eso me da confianza”.

Frunce el seño y casi hace pucheros cuando pierde. Es esa extraña mezcla de hombre por crecer, que no se ha despojado de los impulsos infantiles que aún le amamanta su madre Anaysi, quizás porque soltó pulmones y lágrimas para verlo crecer en su humilde hogar.

“Me molesto conmigo mismo cuando algo sale mal, pero salgo de eso rápido. Disfruto cuando tengo a un bateador en 2 y 0, le tiro una curva y lo poncho, pero no me confío, pues todos los bateadores son difíciles”.

Para algunos debió correr mejor suerte en su etapa juvenil cuando solo llegó hasta las preselecciones nacionales, pero igual encandiló a los técnicos del equipo espirituano que quisieron traerlo cuando aún estaba en esas filas hace un año.

El muchacho no los ha hecho quedar mal, al menos en estos inicios. Es después de Ismel Jiménez el que más innings lanzados acumula con 32 y el que más ponches ha propinado con 28, además de permitir un anémico 236 de average de bateo a sus rivales.

“Ese paso por la preselección me ayudó porque me hizo saber que tenía que esforzarme más, lo mismo que el Torneo Menores de 23, porque el nivel es más bajo pero son bateadores buenos, sabía que ya con esa actuación estaría con los Gallos que era uno de mis sueños”.

De él dice admirar Juan de Dios, su entrenador: “La disposición. Siempre quiere lanzar. Es muy joven y le falta fortaleza en las piernas y debe mejorar la mecánica, pues tiene aún alguna tendencia a lanzar en las zona alta, de hecho es muy alto (1.89 metros), pero tira muy bien por encima del hombro, se deja guiar, es como el niño del equipo”.

Parecen sobrarle los pantalones que a veces faltan a otros sobre el box. Conquista a sus parciales por esa tranquilidad que transpira o ese raro movimiento que hace cuando consigue un ponche: “Cuando estoy ahí solo me concentro en el bateador, aunque oiga las exclamaciones de lejos. Estoy consciente de que tengo que mejorar la mecánica al iniciar y terminar el movimiento”. Eso llegará con el tiempo y esa aspiración de llegar hasta el equipo Cuba.

No se lamenta de sus libras de menos (73 kilogramos y medio). “¡Y mira que como!”. Parece ser cierto, pues lo hace “en palangana”. Lo dice y suelta esa risa ingenua, que suele acompañarlo en cada salida.

En unos días volverá al box cuando se reanude la Serie Nacional. Ahora se prepara junto a su equipo en este tiempo de reposo.  Mientras, en Taguasco, Canda y Martín, sus abuelos, y Eduardo, su tío, esperan para volver a llorar sin consuelo cada vez que la radio anuncia: “Ahí se prepara Yankiel Mauri, suelta un rectazo y ¡paf!, lo ponchó sin tirarle…”.

Elsa Ramos

Texto de Elsa Ramos
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2014, 2018 y 2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas deportivos.

4 comentarios

  1. Mario A Zulueta Acea

    Saludos.
    Ayer leí este escrito y me encantó.
    Por tener otras actividades por realizar, no pude redactar estás líneas.
    Hoy con tiempo libre para plasmar lo que pienso, expresaré mis criterios al respecto.
    Realmente este muchaho da muestras de coraje en cada una de sus salidas al box, lo que tiene alegre a la fanáticada de la provincia del Yayabo y por lo que se infiere a toda su familia.
    Mirando un poco atrás y viendo el gran trabajo que realizan en la EIDE «Lino Salabarría», los entrenadores de pitcheo, Gardón y Osmany, creo que pronto será está nuestra área más fuerte dentro de los gallos.
    Juventud con brazos frescos y velocidad fritzando o sobrepasando las 90 millas, dan fe de que hay material para trabajar.
    Trabajos como este le dan una visión más específica a los seguidores de nuestro pasatiempo nacional en la provincia, de los talentos que tenemos y sus condiciones tanto atléticas , como personales.
    Cuidar los prospectos y darle un uso racional, es una tarea de primer orden.
    Reiterarle Elsa mi satisfacción por su trabajo, que realmente siempre está basado en un minusioso análisis objetivo.

  2. Ese talento hay que cuidarlo y no sobreusarlo, considerando su fisico fragil y muy propenso a lesiones…Ver su carrera a largo plazo mas alla de la efervescencia del momento, pues Sancti Spiritus ya no tiene oportunidades en este Campeonato…Ademas que no se ponga nervioso porque si viene a relevar, Aragon no puede quitarlo, hasta que no enfrente, por lo menos, a un bateador …jajaja

  3. Yo como aficionado no quisiera que el tenga más libras, lo que quisiera que otros lanzadores dentro del equipo tengan lo que el tiene. Ese muchacho demuestra en cada salida talento, le deseo muchos exitos en su vida deportiva, que no descuide su entrenamiento, esa es la garantía de la integridad de su brazo…

  4. Excelente el artículo, creo que Yankiel Maury le está siguiendo los pasos a Ismel, dentro de poco será un estelar, ojalá y siga mostrando tanta disciplina y seguridad a la hora de lanzar.

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