El S.O.S. lo envían cinco vecinos de la calle C, entre A y B, en el reparto espirituano Huerto Escolar y fue corroborado mediante un contacto telefónico con Ana María Francisco, una de las firmantes: según ellos, desde hace más de dos años frente a la entrada de sus viviendas persisten salideros de las instalaciones hidráulicas que pasan por debajo de la acera y ante los reclamos a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado en lugar de soluciones lo que han aparecido son agravantes.
“Cuando han visitado el lugar con sus herramientas de trabajo han destrozado la acera, donde han dejado hasta cabillas de punta; nos han llegado a decir que en otro momento vendrían para arreglarlas pero no ha sido así. Los vecinos hemos acomodado un poco aquello para evitar accidentes, pues muy próximos al lugar residen dos ancianos, una de las cuales solo puede andar con el uso de un bastón, y además varios niños, sin contar a quienes transitan por ahí”, reza la carta firmada también por Yudy Tamayo, Gladys Rodríguez, Geovany Pérez y Ana Iris Pérez.
Agrega la misiva que en las pocas ocasiones en que los trabajadores de la mencionada entidad han acudido al sitio el salidero no ha sido suprimido y algunos de los quejosos han sido tratados de modo despectivo.
MARCAS DE ANIVERSARIO
Más verde que el banco donde acababa de sentarse se puso Felicia Fernández Torres el sábado 23 de mayo pasado cuando, como impulsada por un resorte, adoptó nuevamente la posición erguida. La ira no le cabía en el cuerpo y no era para menos: el traje que usaba por segunda vez, de un claro azul cielo, lucía unas franjas imprecisas de pintura de aceite que ojalá algún día salgan del atuendo.
Junto a su esposo Ricardo Gallego, que afortunadamente no alcanzó a ocupar el asiento, desde su vivienda en la calle Juan Gualberto Gómez No. 65, en Sancti Spíritus, la lectora notifica el descalabro y agrega: “No había ningún cartel a modo de alerta de que los bancos del bulevar estaban siendo pintados y muchas personas corrieron mi misma suerte, al quedar marcadas lo mismo en sus ropas que en sus manos. Tampoco vimos a nadie al frente de la actividad a quien reclamarle, aunque sí presentamos la queja en el gobierno local”, puntualiza en su esquela.
Quien redacta estas líneas fue testigo de idéntico desliz un año atrás, cuando al borde de la celebración del aniversario 500 de la Villa del Espíritu Santo más de un transeúnte se fue de la céntrica calle peatonal pintado y disgustado y no porque faltara la alerta a quienes empuñaban las brochas, sino porque lo de ese personal, según dijeron ellos, era pintar, en tanto brillaba por su ausencia la persona encargada del aviso imprescindible, ya fuera oral o escrito.
Viendo el comentario de Delia Proenza me desanimo más, pues ya sé que mi barrio no es el único no obstante escribo nuestra historia:
Acudo atentamente al periódico de nuestra localidad para informarles lo siguiente:
Hace más de 1 año que los vecinos del edificio antes mencionado , que fue catalogado como edificio de referencia nacional, estamos sometidos a un vertimiento de aguas albañales, diariamente brota por el contorno del mismo y afecta el frente del edificio y el área de la carretera circunvalante norte, el resto del edificio contiguo y además constituye un peligro pues a cada momento vemos a madres con sus pequeños cargados pasando por la carretera, pues el único espacio que les queda para dirigirse hacia sus hogares. Dicha situación es de conocimiento de los factores de la comunidad y el municipio; entiéndase : Delegado, gobierno, partido, acueducto, comunales y vivienda respectivamente. Todos han visitado el área afectada y nos consta que nuestro delegado (Zona) se ha preocupado y ocupado del asunto, hasta se comunicó personalmente con Armando Cáceres subdirector de acueducto. Hasta la fecha de esta misiva como dicen mis queridos vecinos «El cuartico está igualito», haciendo uso del viejo refrán. Se le ha explicado a los compañeros que han venido que la situación no se resuelve ya con introducir una manguera y echar aire, porque es lo mismo que se ha realizado en repetidas ocasiones y al cabo de 2 días a lo sumo, vuelve la misma atmósfera de putrefacción al edificio. Nosotros no somos evidentemente especialistas en el tema, pero suponemos que sea que está obstruida la tubería central de la parte posterior del edificio y alegan los compañeros que han venido a ver el problema que lleva una inversión y que le corresponde a vivienda asumir la obra, porque a acueducto no le corresponde. Ahora ¿Quién le pone el cascabel al gato? ¿En manos de quién recae lo que se debe hacer para enmendar esta situación? Todo el trabajo que hemos realizado en el CDR para que se mantenga la higiene, las reuniones entorno al tema de mantener nuestro edificios bajo los estándares de referencia nacional, los proyectos realizados con los niños para que valoren nuestra comunidad: Entre ellos un concurso «Pintando mi comunidad»; cómo podemos dar charlas de educación ambiental si el mal ejemplo está en nuestra narices…Esperando su respuesta que imploro sea menos demorada que las de los organismos pertinentes, sin más: Profesora de la Universidad de Sancti Spiritus»José martí Pérez» y presidenta del CDR, edif 24 Olivos II
Algo similar ocurre en las aceras de la calle Raimundo de Pisa en el tramo comprendido desde la feria Agropecuaria Delio Luna hasta la esquina de la UEB TECNOSUMA. Lleva años así, pasan miles de personas,sobre todo los sábados y domingos, y nadie de los responsables se conduele porque estoy seguro que por ahí transitan trabajadores de la entidad encargada, pienso sea responsabilidad de Servicios Comunales