La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) ratificó su compromiso con la paz en la región frente a recientes injerencias de Estados Unidos contra Venezuela, uno de sus países miembros.
Al cierre este martes en Caracas de una cumbre extraordinaria del mecanismo integracionista, esa voluntad quedó patentizada al solicitar al presidente Barack Obama que derogue la orden ejecutiva que decreta emergencia por considerar a Venezuela una amenaza para la seguridad del norteño país.
En la Declaración final de la cita, a la que asistieron jefes de Estado y de Gobierno, primeros ministros y cancilleres de las 12 naciones integrantes del bloque, se precisa que la política hostil de Washington es la que realmente representa una amenaza para la región.
El texto precisa que la medida es una injerencia en los asuntos internos, además de interferir el principio de soberanía y no intervención.
En ese sentido, la Alianza demandó a la Casa Blanca abstenerse del uso de recursos coercitivos y unilaterales que dañen el derecho internacional y llamó al diálogo como alternativa al conflicto y a la confrontación.
Sobre ese pronunciamiento, el presidente de la República, Nicolás Maduro, estimó que el ALBA aporta una doctrina sobre un mundo de paz en todos sean iguales y los Estados y pueblos se respeten,
Durante las deliberaciones que se extendieron unas cinco horas, varios mandatarios demandaron a Washington el cese de hostilidades.
También señalaron que Venezuela es esperanza y referente de solidaridad y cooperación para muchos pueblos del mundo, legado del fallecido presidente Hugo Chávez.
En ese sentido, el mandatario nicaraguense, Daniel Ortega, adelantó que de cara la VII Cumbre de las Américas, a celebrarse en abril próximo, ALBA deberá hacer énfasis en la eliminación de la amenaza de Washington contra Venezuela y en el levantamiento del bloqueo a Cuba, dos políticas destinadas al fracaso.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, opinó que ese organismo regional debe emitir un claro mensaje de repudio a la política norteamericana que vulnera los principios de la igualdad entre los Estados, consagrados en la carta de Naciones Unidas y en el derecho interamericano.
Las delegaciones del Caribe rechazaron por su parte la agresión imperial y manifestaron su respaldo a Venezuela. Asimismo adelantaron que antes de la Cumbre de las Américas, en Panamá, las naciones que integran el Caricom se reunirán con Obama y esa será otra oportunidad de trasmitir todos estos reclamos.
El mandatario venezolano instó además a los embajadores de las naciones que integran el bloque a impulsar la difusión de lo que verdaderamente ocurre en Venezuela.
El mecanismo de integración llamó a conformar demás un grupo de facilitadores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la Unión de Naciones Suramericanas y la Comunidad del Caribe para desarrollar una diplomacia de paz.
Del mismo modo, exhortaron a los movimientos sociales, estudiantiles, campesinos, indígenas y de mujeres de la región a mantenerse activos en apoyo a Venezuela.
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