Los republicanos en EE.UU. mantienen silencio sobre el proceso contra el senador demócrata Robert Menéndez porque este los apoya contra la Casa Blanca en temas de política exterior.
Esta es la primera acusación de sobornos contra un senador en activo en casi un cuarto de siglo, y el imputado es uno de los que más ayudan al liderazgo del partido rojo por estos días para llevar adelante su principal objetivo del año: combatir los esfuerzos del presidente Barack Obama en política exterior, señala este lunes un artículo del sitio digital Roll Call.
Aunque Menéndez decidió cesar temporalmente en sus funciones como principal figura demócrata en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, aclaró que seguirá en su curul desde el cual mantendrá sus posiciones en asuntos internacionales, en particular contra las negociaciones de Obama con Irán y sus esfuerzos por restablecer relaciones con Cuba.
Según The Roll Call, otra de las razones de la reticencia de los republicanos en este caso es un viejo proverbio que reza: la gente que vive en casas con tejado de vidrio no debe lanzar piedras.
En ese sentido, ellos tienen experiencia con el caso de su correligionario Ted Stevens, senador por Alaska, que fue investigado por razones similares hace siete años, pero la acusación fue desechada debido a conductas inapropiadas de la Fiscalía.
El proceso concluyó cinco meses después de que el legislador fuera derrotado en las urnas, poco antes de que se anunciara el veredicto final, agrega el artículo firmado por el periodista David Hawkings.
En otras palabras, los republicanos están expuestos, de forma habitual, a tentaciones de este tipo, que comienzan de la misma forma en que inició el caso de Stevens y también similar al de Menéndez, quien enfrenta hoy ocho cargos de sobornos y otros 15 por delitos varios, añade.
Al presentar la acusación oficial contra Menéndez, la fiscalía federal alegó que este hizo favores políticos a su amigo y donante de fondos Salomón Melgen, un acaudalado oftalmólogo del estado de Florida.
El empresario financió al legislador su estancia en un hotel «cinco estrellas» de París, Francia, durante tres días en una suite presidencial que costaba mil 600 dólares por noche, además de varias visitas a República Dominicana, y le otorgó más de 750 mil dólares en contribuciones de campaña.
Según el texto incriminatorio del Gobierno, el senador demócrata supuestamente auxilió a Melgen a contrarrestar acusaciones relacionadas con fraudes en el sistema de salud Medicare, y a recibir preferencias en contratos para la instalación de sistemas de detección de drogas y contrabandos en puertos dominicanos.
También lo ayudó a obtener visas para novias del empresario: una ucraniana, otra brasileña y una dominicana.
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