La periodista espirituana Yenis Fleites presentó al público trinitario un documental seriado que se implementará en las escuelas del territorio para familiarizar a las nuevas generaciones con la historia local.
Una cámara de televisión camina entre calles y boquetes, husmea en documentos de siglos pasados, visita casonas otrora construidas por los sacarócratas trinitarios en el corazón del Valle de los Ingenios, persigue leyendas del imaginario popular de la tercera villa. Mas, esta vez el fin trasciende un trabajo periodístico rutinario para erigirse como una nueva forma de gestionar el conocimiento.
Tras meses de trabajo de campo, cotejo de fuentes primarias de información y consulta a más de una docena de expertos ve la luz Trinidad: el valor de la memoria, documental seriado de la autoría de los espirituanos Yenis Fleites, Jorge Velázquez y Yoan Pérez, material que fue presentado este jueves en el salón de conferencias del Gran Hotel Iberostar Trinidad como parte de las actividades por el aniversario 22 de la Organización de las Ciudades del Patrimonio Mundial realizadas en la tercera villa de Cuba.
Capítulos dedicados a la Plaza Mayor, el Museo Romántico, el Palacio Cantero, el Valle de los Ingenios, Manaca Iznaga y la casa-hacienda Guáimaro integran esta suerte de viaje a la memoria auspiciado por el Centro de Promoción Cultural de la Oficina del Conservador como instrumento educativo que llegará a las escuelas primarias y secundarias de Trinidad para incentivar el acercamiento a la historia de la Ciudad Museo del Caribe como garante de su salvaguarda patrimonial.
Aun cuando los realizadores encuentran en el documental el género idóneo para trasmitir el mensaje, no estamos en presencia de consabidas fórmulas, sino de una especie de libro virtual que, a partir de imágenes y sonido, cuenta historias donde la ficción se entrelaza con la realidad de siglos pasados.
Al decir de Adrián Fonseca, director de Centrovisión Yayabo, a cargo de la presentación: “El material audiovisual tiene el mérito de unir lo antiguo con lo contemporáneo en una obra cuya máxima aspiración es enseñar. Los realizadores han puesto en ella su experiencia profesional de más de 15 años en el medio que se manifiesta en la exquisita dirección de fotografía, la edición acertada y el guión de la puesta en escena”.
Así, aparecen don Mariano Borrell y Lemus, el marqués de Guáimaro; don Justo Germán Cantero y otras figuras descollantes de la sacarocracia decimonónica, pormenores de la producción azucarera, curiosidades arquitectónicas… en una iniciativa “que bien debiera replicarse en otras provincias del país para difundir la identidad de esos lugares —refirió Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural—. Trinidad: el valor de la memoria ofrece un enfoque integral que abarca los inmuebles, la naturaleza, el entorno, pero también la voz del patrimonio documental. Es una forma de educar de acuerdo con los nuevos tiempos”.
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