Cerca de dos mil espirituanos atendidos por la Asistencia Social se han beneficiado hasta la fecha con la venta preferencial de la cocina de inducción y su menaje.
Edilia Caraballo, subdirectora de Prevención, Asistencia y Trabajo en este territorio central, dijo a la AIN que la cifra representa casi un 62 por ciento de los tres mil 174 espirituanos previstos para favorecer en esta primera etapa de entrega.
Comentó que los municipios de Yaguajay, Fomento, Cabaiguán, Trinidad, Taguasco y La Sierpe terminaron satisfactoriamente la fase inicial de comercialización de los enseres electrodomésticos, que incluyen una cocina con una hornilla, una cacerola con tapa, un sartén, un jarro y una cafetera.
Mientras, Mileydi Peláez, directora de Trabajo y Asistencia Social en la región espirituana, manifestó que entre los requisitos tomados en cuenta para identificar los asistenciados para beneficiar figuraron el estado de salud de las personas, la composición del núcleo familiar y el poder adquisitivo.
Los Consejos de la Administración Municipales son los facultados para el autorizo del subsidio parcial o total de los módulos, cuyo precio preferencial fue de 500 pesos cubanos, indicó Peláez.
Añadió que este organismo ha aprobado hasta el momento en la provincia más de dos mil 150 casos críticos y sociales.
Irocelia Rodríguez, una de las residentes en la localidad de Cabaiguán que adquirió la cocina y su menaje en la unidad de comercio La Ideal, de ese pueblo, expresó su satisfacción con la ayuda del Estado por asumir la mitad de su costo.
La beneficiada es una madre soltera que trabaja y tiene un hijo discapacitado de 28 años de edad, quien padece de atrofia muscular peroneal progresiva, una neuropatía hereditaria que afecta el cerebro y la médula espinal.
\’Los módulos de cocción están buenísimos, declaró, y dijo que con ellos tendrá mayores facilidades en la casa a la hora de elaborar la comida.
En un recorrido por otros puntos establecidos para el expendio de los modernos equipos en esta provincia se pudo constatar que los técnicos de esas entidades explican cómo utilizarlos y corroboran su adecuado
funcionamiento antes de venderlos.
Un precio preferencial de 500 pesos cubanos por 4 calderos para esas familias es una frescura.
Un regalo es la ùnica alternativa.