Béisbol: Javier Vázquez, de Gallo a Pirata

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Hasta este último viernes Javier Vázquez no era más que un diminuto lanzador espirituano. Desde las últimas horas el pitcher trinitario ya escribió su nombre en los anales beisboleros cubanos.

El zurdo Javier Vázquez, refuerzo de los Piratas, logró ganar el juego que dio a Isla de la Juventud la opción de discutir el título de la Serie Nacional de Béisbol en su versión 54.

Antes de ese partido, el espirituano, que cruzó el mar con traje de refuerzo, luego de archivar con los Gallos en la primera fase, 41 entradas lanzadas, un triunfo y un revés y 2.85 pcl, tenía una actuación discreta en la postemporada con dos aperturas que no le resolvieron mucho a la Isla.

Pero  el muchacho lanzó el juego de su vida en las condiciones más extremas que ha experimentado en su corta carrera de solo 22 años y apenas cuatro campañas. Era el partido de vida o muerte para Isla de la Juventud, obligado a ganar en estadio contrario, para alargar la postemporada a un séptimo y decisivo choque.

Con dos carreras encima en el marcador, los piratas tenían los pelos de punta cuando Ciego de Ávila, ya con un out, le llenó las bases al descontrolado abridor Darién Núñez. Fue el momento en que entró Javier Vázquez, con Yoelvis Fizz, el hombre con el récord de más jonrones con bases llenas en play off, en el home.

Escambray le contactó momentos antes de que su equipo iniciara la batalla épica por el título de Cuba

“Entré en un momento tenso del juego, simplemente yo fui a dar strike y a lanzarle pegado a Fiss, que es un buen bateador y no podía darle nada ahí a medio de home ni nada de eso, estaba confiado, la tiré recta pegada y me dio rolling para doble play y me salieron bien las cosas”

Todo parece demasiado fácil y tranquilo, pero la noche fue un volcán donde el espirituano  se sintió dueño del box y a no ser por el cuadrangular del refuerzo villaclareño Yeniet Pérez, su faena hubiese sido casi perfecta.

Aunque a fin de cuentas casi lo fue con apenas dos hits permitidos a 17 bateadores enfrentados, cuatro  boletos  y una increíble capacidad para  sortear los amagos de los tigres y salir airoso en cinco y dos tercios.

“Luego de ese momento, mi equipo hace dos carreras más y más o menos uno va cogiendo confianza, creo que me quise confiar mucho con Yeniet Pérez, que es otro gran bateador, se me quedó una recta al medio y me conectó jonrón, los entrenadores hablaron conmigo y me dijeron que lanzara como si el juego estuviera cero a cero y así pude continuar”

Lo consideras el juego de tu vida?

“Sí, nunca había estado en una final y quisiera un día poder hacerlo con mi equipo de Sancti Spíritus, es mi equipo y es la provincia que quiero que triunfe”

Ahora que estas ahí, qué tiene la Isla para llegar hasta dónde está?

“La Isla es un equipo que nunca se da por vencido hasta el noveno inning y estén perdiendo por cuatro carreras y con dos outs, ellos dicen que van a ganar y que van a ganar, la única figura como aquel que dice es Michel Enríquez, es verdad que no está bien ahora, pero es un pelotero que apoya mucho al equipo, es el que da los mitin del equipo con el director, es un pelotero extraclase”

¿No temiste que a la hora de entrar Mendoza, se te echara a perder el juego?

“Me quedé un poco preocupado porque soy un poco fatal para eso de estar ganando los juegos y después que el relevista me lo pierda, pero todos los entrenadores me decían:  tranquilo: ese es el mejor cerrador de Cuba y así pude ganar.

También echaste por tierra el estigma que persigue a los espirituanos de que no saben definir en momentos cruciales

“Yo siempre salgo con la mente de que voy a sacar out y mi entrenador Juan de Dios me ha enseñado que el relevista debe venir a sacar el out que le toca, con bases llenas, hombres en base,  ya después el juego es otra cosa”

A la hora de este diálogo, Javier Vázquez tenía ya una inédita medalla de plata. Con sus piratas se aprestaba a dorar la leyenda. De esa otra historia sabremos después.