La brigada brigada médica que hace dos meses partió a Chile para brindar atención a personas afectadas por severas inundaciones e intensas lluvias regresó a Cuba en la madrugada de este jueves
El grupo, compuesto por 15 profesionales -nueve médicos, cuatro licenciados en enfermería y dos licenciados en higiene y epidemiología- se mostró satisfecho con el trabajo realizado en la región de Atacama, al norte del país, donde atendieron a cinco mil 800 pacientes y visitaron unas dos mil 500 viviendas.
Carlos Pérez Díaz, jefe de la brigada, señaló a Prensa Latina que a su llegada el contingente se encontró «con una compleja situación epidemiológica».
Explicó que el panorama se caracterizó por «la contaminación medio ambiental, que favorecía las infecciones respiratorias, alto riesgo de enfermedades de origen hídrico, debido a la acumulación de excretas, inadecuada disposición final de los residuales sólidos y líquidos, dificultades con el agua potable».
También se presentaban problemas dermatológicos, micosis y enfermedades asociadas a metales pesados por ser esta una zona minera, agregó.
Sin embargo, aseguró que dos meses después, el cuadro sanitario mejoró ostensiblemente, y se vio el resultado del trabajo de los profesionales cubanos, que fue muy bien aceptado, tanto por las autoridades de salud, como por la población de las comunidades y pueblos indígenas.
«Allí pudimos realizar nuestra labor asistencial, pero también preventiva, higiénico epidemiológica y ambiental», afirmó el doctor Pérez, quien en 2010 viajó a Chile posterior a un sismo que afectó en ese entonces el sur de la nación sudamericana.
En el recibimiento, Marcia Cobas, viceministra de salud pública, reconoció el trabajo de los galenos en Chile, «que han cumplido con honor, con éxito la misión encomendada».
«Estamos orgullosos por el trabajo cumplido, por el recuerdo que han dejado en ese hermano pueblo, por el reconocimiento del Ministerio chileno de Salud», dijo.
Destacó que otra brigada cubana se encuentra actualemente en Nepal, trabajando en condiciones muy difíciles, enfrentando las terribles consecuencias de un terremoto. «Estamos muy orgullosos de todos», reiteró Cobas.
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