Demoras e incoherencias en el traslado de mercancías provocan costos adicionales
Tejer la cadena que implica la operación de carga y descarga de mercancías siempre ha recabado una sobredosis de coordinación y ataduras de disímiles pasos. Sancti Spíritus no figura entre los territorios críticos en este eslabón, pero diversas fisuras e irregularidades ponen en riesgo la eficacia del proceso.
En lo que de año el punto rojo de dicha operación se enciende en uno de los indicadores que mejor expresan la ineficiencia: el pago por demora a la carga o descarga, técnicamente llamado estadía.
Quizá en términos teóricos el asunto no devele toda su importancia, sin embargo, la estadía deviene uno de los principales antónimos de la eficiencia, porque se trata de destinar dinero para pagar el mal trabajo.
Datos aportados por la jefatura del Puesto de Dirección de la Operación Puerto-Transporte-Economía Interna (OPTEI), subordinado al Consejo de la Administración Provincial, revelan que en el 2013 el cobro por demora en la descarga se aproximó a los 285 000 pesos y, aun cuando en el 2014 —en fase de cierre estadístico— se admiten decrecimientos en esa cuantía monetaria y en las afectaciones, el fenómeno prevaleció.
El primer cuatrimestre del 2015 ha levantado nuevamente la alerta por los pagos de estadías y las negativas consecuencias que entrañan tales tardanzas en virtud de aprovechar mejor los medios de transporte automotor y ferroviario.
Solo la Unidad Empresarial de Base Sancti Spíritus de la empresa nacional Encarga —antigua Udecam–, ingresó de enero a marzo 91 765 pesos por demoras en la carga, descarga, daños, prejuicios y otras causas.
Aparentemente, la entidad sobre la que recae la transportación de todo el encargo estatal de la provincia no sale mal parada cuando no funciona bien la cadena, pues sus clientes retribuyen financieramente los daños.
El fenómeno va más allá de contabilizar un dinero que está muy lejos de responder a la productividad del parque de camiones. Resulta que por concepto de demoras la base de Encarga en el territorio dejó de dar en el primer trimestre 257 viajes, lo cual afectó el traslado de unas 9 000 toneladas de mercancías, según las estadísticas de la entidad.
Para aquilatar la magnitud del cobro por estadía en dicha empresa, vale decir que esos pagos equivalen al 11 por ciento de los ingresos del trimestre.
Las causas que originan atrasos en los procesos de carga y descarga de productos no son nuevas, pese a las resoluciones, normativas y disposiciones que rigen el funcionamiento de la cadena y la explotación del transporte.
Falta de coordinación, de exigencia, de control, déficit de estibadores, horarios en almacenes y otras unidades divorciados de la operatividad de ese proceso y mala planificación de los traslados figuran entre las raíces de las que brota tal retraso.
De acuerdo con datos de la Unidad Estatal de Tráfico Sancti Spíritus, del primero al 8 de abril 11 camiones de 35 toneladas de la empresa Encarga durmieron cargados, principalmente con fertilizantes y harina de trigo, ante la falta de recepción en los destinos y de coordinación entre transportistas y sus clientes.
La propia fuente suscribe que se conoce y se planifica el traslado del producto, pero después no hay un buen seguimiento de ese transporte para tener exactitud de a qué hora cargó, a qué hora llega a su destino y crear las condiciones para la descarga.
¿Acaso el pago de la estadía borra los daños por la no utilización de esos equipos a la mañana siguiente, partiendo de que a cada camión se le planifican dos posiciones de traslado por día? ¿Por qué aceptar que se malgaste el dinero del Estado? ¿Qué eficacia puede tener una cadena en que la rotación de la casilla ferroviaria alcanza 15, 16 días y más?
En no pocos lugares el pago de la estadía se escuda muchas veces en la falta de estibadores; pero, ¿en cada sector se atiende bien a esa fuerza laboral?, ¿se les garantizan los medios de protección, la alimentación requerida?, ¿el salario que reciben se corresponden siempre con tamaño esfuerzo?
Un ejemplo llama la atención de cuánto falta por hacer: en el Centro de Carga y Descarga de la provincia se ha llegado a detener la operación y, en consecuencia, pagar estadía, ante el daño en la piel de los estibadores provocado por la falta de medios de protección durante el trasiego de fertilizantes.
Un proceso que repercute en la vida diaria del territorio —hablamos del pan de cada día, de la canasta básica y disímiles renglones más— exige perfeccionar el rigor, la responsabilidad y el funcionamiento de todos esos eslabones; de lo contrario, si no se frena ese malgasto provocado por la estadía innecesaria, se seguirá atentando contra la salud de la economía.
¿Hay razón para que recientemente el territorio tuviera en Zaza del Medio durante casi dos semanas una casilla ferroviaria con sal sin descargarse y otra en Jatibonico cargada de superfosfato con una demora de 37 jornadas?
Cuando a la cadena se le suman tales anomalías las cargas se vuelven más costosas, tanto que entendidos en esta materia aseveran que cuesta más pagar esos retrasos que el mismo flete. Si en décadas anteriores, en que se movía a cifra de mercancías incomparablemente superior a la del momento actual, ese proceso en el territorio gozó de mayor eficacia, ¿por qué se torna ahora tan engorroso articular un mejor funcionamiento de la cadena y reducir a la mínima expresión esos pagos indecorosos, que llevan detrás el trabajo deficiente?
Mira que hacemos planes y análisis de nuestra economía,pero no logramos la permanencia de nada en los mercados.Eso lo podemos ver a cada paso que das para resolver una situación del hogar.Ejemplo feaciente la llegada de las piezas de respuesto para las cocinas (hornillas),.increible no hay en los talleres y si en los catres de los particulares y quien paga esto.El pueblo que no logra estabilizar su economía.Esa si esta planificada y no da la cuenta.Todo esta demora llega a cada cosa de nuestra cotidianidad.Además tenemos pérdidas para la economia
Siempre el que paga todas estas incongruencias y por tyanto pierde liborio y quien es el pueblo