La Cátedra del Adulto Mayor de Sancti Spíritus funciona adscrita a la Universidad José Martí Pérez, de esta central provincia.
Cuando Nereida y Dalia se jubilaron, comprendieron que la casa era demasiado grande para ellas y decidieron matricularse en la Cátedra del Adulto Mayor, de la provincia de Sancti Spíritus, un proyecto en el que han aprendido a ser felices y útiles, pese a la edad.
Además de recibir nuevos conocimintos sobre sexualidad o psicología y “refrescar” otros acerca de historia local o cultura espirituana, estas dos mujeres que dedicaron parte de su vida a la educación han entablado amistad con un sinnúmero de abuelos y cada mes participan en un amplísimo programa de actividades que incluye recorridos, intercambios en el Club Martiano y las clases.
Y aunque Nereida tiene más de 70 años –y lo dice con la picardía propia de quien prefiere esquivar la pregunta- y Dalia cumplió ya los 74 años, ambas confesaron a la AIN que la cátedra perteneciente a la Universidad José Martí Pérez de Sancti Spíritus les ha hecho olvidar hasta los “achaques” de la edad y les ha permitido desarrollar aficiones como la pintura.
Pero quizás, el resultado más notable de esta iniciativa que nació en el territorio hace casi una década sea el Coro de la Cátedra del Adulto Mayor, una agrupación a la que estas dos féminas están integradas desde sus inicios y que en cada presentación arranca notables aplausos por su rescate de la música tradicional cubana.
Muchos abuelos viven solos y esta es una oportunidad para olvidar esa situación o para superarla, acotó Dalia.
En una provincia que está considerada la tercera más envejecida de Cuba, es muy importante un programa de estudios como este por la repercusión que tiene en el incremento de la calidad de vida de las personas y en su reinserción en la sociedad, comentó a la prensa Norma García Machado, su presidenta en esta región.
Dijo que más allá de algunas temáticas previamente seleccionadas, siempre se procura ahondar en otras escogidas por los propios alumnos para elevar su motivación y participación.
La primera Cátedra del Adulto Mayor se fundó en la Universidad de La Habana, en el año 2000, con el fin de contribuir a la superación y a la actualización científica-técnica de quienes sobrepasan los 60 años.
Sin embargo, también se han convertido en espacios donde reencontrarse con antiguos compañeros de estudio o trabajo, una peculiaridad que muchos agradecen.
Que buenos, que parece que el problema de la comida está resuelto, ya se ve poca gente delgada.
Pere bueno, con 4 libras más o menos, está muy bien que no pasen todo el tiempo en casa.