En diálogo con Escambray, Armando Valdés Freire, Chala para millones de cubanos, reveló el hondo vínculo que lo une a la película de Ernesto Daranas
Chala es el alma de Conducta. Lo dicen los críticos de cine, que todavía no entienden cómo un niño sin formación teatral alguna consiguió una actuación consagratoria. El alma de Conducta y el personaje que le ha cambiado el nombre, al parecer irreversiblemente, a Armando Valdés Freire.
Desde que la película echó a andar en su largo y ovacionado periplo por el circuito nacional cinematográfico, los festivales internacionales y, de memoria en memoria, por las pantallas de casi todos los hogares cubanos, Armandito ha debido lidiar con una celebridad repentina con la que no contaba y a la que le ha costado adaptarse.
Sin perros amaestrados para matar y bajo la mirada protectora de su madre, compartió un animado diálogo con el colectivo de Escambray y con una decena de niños que, deslumbrados con la presencia en el barrio de su héroe Chala, salpicaron de ingenuidad el intercambio del que apenas reproducimos una síntesis.
¿Cómo llega Armandito a Conducta?
Hubo un casting masivo en el que participaron más de 7 000 niños, pero en el que no dieron con lo que estaban buscando. Entonces se hizo el casting con los niños de las escuelas de La Habana Vieja, Centro Habana y Cerro, escogiendo niños entre 11 y 13 años con un tamaño promedio que pudieran representar a un personaje de sexto grado. Ese día yo estaba en el aula hasta medio dormido y me embullé porque podría ir a la Casa del Chocolate. Cuando me presenté me dijeron que me fuera pero el director insistió. Después me confesó que a él le había gustado una respuesta que yo le había dado. Pero yo hice el casting sinceramente para quedarme en La Habana Vieja.
El día de mi cumpleaños, 3 de enero de 2012, cuando cumplía 12 años me informaron que yo estaba en el aula de los niños de la película. No tenía el personaje asignado ni nada, después fueron haciendo selecciones y nos quedamos tres niños. Yo siempre pensaba que iban a ser seleccionados los otros dos, el único del equipo que me veía a mí como el personaje era el director.
¿Cuánto hay de Armandito en Chala?
Yo en ningún momento del rodaje de la película sentí que era Chala. Yo estaba haciendo las cosas como por inercia. A mí me decían: “Esto se hace así”, y yo lo hacía, sin ningún conocimiento y sin ninguna base, en ningún momento le di la importancia que tenía. Sabía que era un trabajo en el que había mucho respeto y uno como niño dice: Bueno, aquí hay 60 personas trabajando, yo no voy a estar bobeando, ¿entiendes? Pero en ningún momento interioricé mi personaje. Yo actuaba como jugando. Sí hay mucho de Chala en mí, no por los problemas familiares que este personaje tiene, sino por la parte sentimental y por la fuerza interna.
¿Cómo lograste esas escenas tan conmovedoras sin tener nociones de actuación?
Mariela López, la directora de casting de la película, que es la directora de Mucho ruido, La sombrilla amarilla y tiene mucha experiencia trabajando con niños, era la encargada de trabajar con nosotros y lo que me decía ella, yo lo hacía. La actuación es fe y sentido de la verdad, según el método de Stanivslaski; es dejarse llevar, escuchar y responder a eso. Daranas también daba mucha libertad para cambiar texto, siempre llevando el hilo de la secuencia, pero el texto podías adaptarlo a tu manera. No sé explicar realmente qué yo utilicé para lograr esas escenas. Se trabaja con la memoria emotiva, en la relación con los actores; en eso me ayudó mucho Armando Miguel, porque a veces decían acción y cuando yo entraba a escena él lo que hacía era acalorarme; después cortaban y cuando yo entraba en la escena siguiente me lo quería comer vivo.
¿Cuál fue la escena más difícil de la película?
Físicamente, la del nado. Yo no sabía nadar. Cuando hicieron el casting para la película el director nos preguntó si sabíamos nadar y todos dijimos que sí, pero yo dije que sí sin saber de verdad. Chapoteaba nada más para no ahogarme, pero no sabía nadar. Tuvimos tremenda preparación durante cuatro meses con profesores de natación a los que les agradezco porque hoy sé nadar. Esa escena se filmó durante tres días enteros en el Malecón.
Emocionalmente, la escena que más me costó fue una con Armando Miguel en la que yo le pregunto si él era de verdad mi papá. Porque yo soy nacido y criado con mis dos padres, nunca he estado en una situación como esa de no saber, ni de que mis padres estén separados. Ahora mismo, por ejemplo, cuando llegamos a Sancti Spíritus lo primero que hicimos mi mamá y yo fue llamar a mi papá. Pensé mucho en lo que se siente al estar delante de una persona y preguntarle: Asere, ¿de verdad que tú eres mi papa?
¿Qué piensas sobre Chala, sobre su historia?
Chala es el reflejo de la sociedad. Es un niño con mucho sentimiento, un niño que se enamora en la película, que lucha, que se entrega a la escuela de conducta cuando a la maestra la van a expulsar, es un niño que tiene valores y sentimientos. Que los tiene por él mismo porque la familia no se los ha dado y él busca refugio en la profesora.
¿Cómo has soportado el peso de la fama?
Sigo siendo el que era antes, las personas te conocen y se acercan a ti, te piden autógrafos, tirarse fotos contigo, pero sigo igual. Al principio en la escuela los niños me caían arriba: “Chala, Chala”, y yo no salía ni al receso, me quedaba en mi aula y ya.
¿Seguirás vinculado a la actuación?
Sí, aprobé las pruebas de la Escuela Nacional de Arte ahora y empiezo este año.
¿Por qué ese cambio, si primero querías ser Biólogo Marino?
Oiga, usted me conoce. Los niños dicen tantas cosas. Yo quería ser biólogo marino, quería ser chef, ahora mismo la actuación me gusta y descubrí que se me daba bien sin tener conocimiento y sin base, haciendo la cosa como un niño cuando aprende a caminar. Por eso quiero estudiar, porque dicen que la actuación se me da bien, pero quiero actuar con base.
La actuacion de este chico es memorable e irrepetible teniendo en cuenta que nunca tomo clases de actuacion,ademas se puede dar en el pecho de haber trabajado con actorasos de la talla de Alina Rodriguez,exelenticima actriz ya fallecida,este chico tiene mucho futuro,ojala pueda volar y no se estanque como muchos en Cuba porque la verdad tiene mucho potencial.
Excelente actuación, vi la película viajando desde Cuba dónde la visité hacia mi país (Uruguay),felicitaciones!!!! A seguir adelante!!!!!! Éxitos!!!!! Un abrazo desde Uruguay!!!!!
magnifica tu actuacion yo entrare dentro de poco estudiando en la ena y me graduare del isa ojala algun dia podamos hacer juntos una pelicula
Mucha envidia debe dar a ciertas vacas sagradas que jamás podrán ofrecer una actuación tan natural y orgánica. Gracias a personas como este joven aún uno conserva la fe en el mejoramiento humano.
Magnífica actuación. A prepararse y estudiar mucho para que continue brillando esa estrella escondida, salud y muchisima suerte amiguito.
Aleccionador encuentro este con Mandy, como supe luego que le gusta que le llamen. En el conversatorio efectuado anoche en el cine Conrado Benítez, con muy pobre asistencia, dicho sea de paso, mostró idéntico comportamiento super ético e igual humildad. Nada, que ha nacido una estrella de cine perfectamente ajustada al tema y al título de la película gracias a la cual Cuba ha ganado numerosos lauros de diversa índole.
Un modelo de conducta en la adolescencia, sin lugar a dudas, es este muchachito de pueblo que sigue sorprendiendo a todos con sus declaraciones acerca de la manera inexplicable en que logró adentrarse en el personaje sin creer que era Chala ni por un segundo.