Cuando los trabajadores del Taller Territorial de Electromedicina, en Yaguajay, escribieron, hace un tiempo ya, a esta sección todos estaban calificados de especialistas C —independientemente de su nivel— y, por tanto, todos cobraban de menos.
Cuando dichos obreros tocaron el buzón de Cartas de los lectores no se había discernido la estructura de los centros de Electromedicina en los territorios y aún hoy esto último permanece en la incertidumbre.
Lo de la nueva calificación no fue un esnobismo provinciano, sino por decreto. Según el colectivo de trabajadores —que firma la misiva—, desde que comenzó a aplicarse la nueva política salarial aprobada para los trabajadores del sector de la Salud “se explicó que todos los que trabajábamos en los talleres territoriales —escriben— pasábamos automáticamente a especialistas C por la sencilla razón de estar laborando en un municipio. Los que trabajaban en los talleres provinciales podían solo cobrar como especialistas B, la máxima calificación a la que podían acceder, y los que laboran en el Centro Nacional como especialistas A”.
Mas, después de varios meses tal arbitrariedad ha sido zanjada, en parte. Al menos eso asegura el máster en Ciencias Félix Enrique Carrera Ortiz, jefe del Departamento de Recursos Humanos de la Dirección Provincial de Salud: “El proceso de calificación de los electromédicos se definió en correspondencia con el contenido de trabajo. Ya se aprobó que el director de la entidad definiera quiénes tenían la calificación de especialistas A —en el caso de Yaguajay son dos— y quiénes C. A los que hoy ostentan la categoría superior se les está pagando como tal y se les ha pagado todo lo que se les debía desde mayo hasta la fecha”.
Ha sido, hasta ahora, la única deuda saldada. Cuando escribían a este órgano de prensa, a los trabajadores del Taller Territorial de Electromedicina, en Yaguajay, les asistía otra interrogante.
“Nuestra segunda duda está relacionada con la estructura de la actividad de Electromedicina en los territorios —apuntan—. De este tema comenzó a hablarse desde el mes de mayo y en junio se hizo una primera propuesta por el Centro Nacional, la cual se modifica y se presenta de nuevo en agosto. En septiembre la provincia hizo reajustes a la propuesta presentada en agosto a partir de las particularidades del territorio y la necesidad real de trabajadores de cada centro, documento que desde finales de septiembre descansa en las oficinas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud en espera también de respuesta”.
Nada ha cambiado. Interpelado al respecto por Escambray, Carrera Ortiz confirmó que ese discernimiento aún permanece en la indecisión: “La estructura de los territorios está por definir por la Dirección Nacional de Electromedicina”. Ojalá que, más temprano que tarde, alguna llave abra esa gaveta.
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