Por primera vez en más de 40 años se inician trabajos de magnitud en los primeros kilómetros de ese cauce artificial con el fin de evitar pérdidas de agua.
Por estos días comenzó en un trecho inicial de 7 kilómetros la primera reparación capital del canal magistral Zaza, constructivamente deteriorado por más de 40 años de explotación que ya provoca pérdidas de agua calculadas en alrededor de 90 millones de metros cúbicos anuales, cifra casi equivalente a la capacidad de una presa como Lebrije.
“Aquí se habían hecho trabajos ligeros, pero nunca antes con esta magnitud. Ahora, como parte de las obras del trasvase Centro-Este y aprovechando los bajos volúmenes almacenados en la presa Zaza, se iniciaron las labores en esta parte, previstas para unos seis meses, cuando también vamos a preparar las condiciones de desvío del agua para iniciar el segundo tramo sin interrumpir el riego”, puntualizó a Escambray Miguel Ángel Noriega, especialista principal de la Empresa Provincial de Aprovechamiento Hidráulico.
Mientras transcurre este lapso, desde las presas de Jatibonico se podrán abastecer los arrozales de la zona de Las Nuevas y otras pequeñas áreas de cultivo de sorgo, una alternativa para el alimento animal asumida por la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro ante la persistente sequía que mantiene en ascuas al mayor embalse de Cuba.
“El objetivo principal de la inversión es ejecutar en un primer momento la reparación de los 20 kilómetros iniciales del canal, considerados la garganta del trasvase Centro-Este que trasladará el agua de la ‘Zaza’ y la futura presa Agabama. El costo de las labores en ese tramo se ha valorado en más de 50 millones de pesos”, agregó el experto.
Para los trabajos actuales hasta el lugar se trasladó desde Pinar del Río una brigada de movimiento de tierra perteneciente al Grupo Empresarial de Aprovechamiento Hidráulico, que laborará de conjunto con su homóloga espirituana, en tanto la construcción civil correrá a cargo de constructores avileños.
Al canal magistral Zaza, que se extiende por 44.5 kilómetros desde este embalse hasta la cuenca del río Jatibonico del Sur para abastecer a los productores arroceros y otros usuarios de esa zona, solo se le revistieron con lozas prefabricadas los primeros cinco kilómetros y ahora se pretende cubrir estos 20 kilómetros con la moderna técnica de gunitado, consistente en proyectar con un «cañón» o manguera a alta presión el hormigón, con el objetivo de conseguir mayor resistencia y mejor impermeabilización.
En estos momentos, en la provincia también se construye el canal magistral La Felicidad, que se extenderá por 18.4 kilómetros desde ese embalse hasta los límites con Ciego de Ávila, con el fin de ser utilizado para el regadío de caña, fundamentalmente.
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