Durante el pasado año en la provincia creció el número de instalaciones estatales que se inscribieron en el Registro de la Propiedad
Como parte del ordenamiento que se viene sucediendo en el país, más de 10 000 inmuebles estatales del territorio fueron inscritos durante el 2014 en el Registro de la Propiedad, cifra que superó con creces el plan previsto para ese año.
Entre los que han legalizado la posesión de sus locales figuran entidades de la Administración Central del Estado y otras de subordinación local; no obstante, la intención no se limita a dichos recintos, sino que incluye también los solares yermos, los arrendamientos y los edificios multifamiliares.
Según informó aquí la ministra de Justicia María Esther Reus González, la legalización del patrimonio inmobiliario estatal no se limitará únicamente a estas instalaciones, pues durante el 2015 tendrán que legalizarse ante el Registro de la Propiedad diferentes asociaciones e instituciones religiosas.
Al decir de la titular del ramo, por más que se ha avanzado es este un proceso en continuidad, toda vez que aún restan por legalizar varios inmuebles y porque falta además un empeño mayor: la inscripción de la tierra, prevista para el próximo año.
Tales trámites no se circunscriben únicamente a las personas jurídicas, pues más de 11 900 títulos de propiedad personal han sido registrados por concepto de donaciones, compraventas o permutas.
Con las nuevas modificaciones a la legislación vigente sobre la Vivienda se presume que se incrementarán las inscripciones ante el Registro de la Propiedad si se tiene en cuenta que las actuales disposiciones establecen, entre otras, la disminución del tiempo de habitabilidad en viviendas vinculadas a organismos para adquirir la propiedad, la facilitación de los trámites de la población, el traspaso de dominios de Vivienda a Planificación Física, entre otros.
Mas, las autoridades jurídicas de la provincia insisten en que no se trata solo de documentar en los registros los inmuebles, sino de actualizar los archivos constantemente, pues todo cambio de uso o modificación también debe rezar en aquellos expedientes.
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