Pese a los contratiempos climáticos la producción apícola en Sancti Spíritus reporta crecimientos en miel, cera y propóleos.
Pareciera que las abejas se han adaptado mejor que los humanos a las variaciones del clima, pues en medio de un año adverso en cuanto al régimen de precipitaciones y las temperaturas, las colmenas han cumplido su función natural de recoger polen y fabricar miel, un ritual de todos los días y que le ha permitido a Sancti Spíritus sobre cumplir la producción.
Más allá de la comprobada laboriosidad de las “obreras”, está el desempeño del colectivo apícola que ha sido capaz de sortear el impacto que provoca el clima en la actividad y de convertir el manejo técnico de las colmenas en la herramienta principal de trabajo.
Representantes de la rama en la provincia informaron que pese a no alcanzar la cifra de producción prevista en junio y julio, al cierre de este último mes el territorio sobrepasaba las 288 toneladas de miel, 23 más que las planificadas para el período y equivalente a un 9 por ciento de crecimiento.
Asimismo, precisaron que en ese resultado tienen incidencia directa el aprovechamiento que hicieron los apicultores del primer trimestre del año y el favorable rendimiento por colmena conseguido, con índices superiores a igual etapa precedente.
Siguiendo las prácticas acostumbradas, la Apicultura trasladó hacia la costa alrededor de 6 000 colmenas —casi la mitad de la dotación—, pero según explican las fuentes el movimiento no arrojó en la zona sur las cantidades de miel obtenidas otras veces, déficit suplantado en buena medida por el mejor comportamiento logrado en la parte norte de la provincia.
Los apicultores espirituanos puntualizan actualmente las estrategias y pasos a seguir en lo que resta de año, meses donde se enmarca la mayor parte del compromiso de la miel, producto demandado en el mercado exterior; de ahí que los representantes de la rama auguran condiciones para alcanzar los planes, incluidos los renglones de cera y propóleos que, hasta julio, también mostraban crecimientos.
La planta de beneficio radicada en Sancti Spíritus retomó el pasado mes los niveles tradicionales de procesamiento de miel —la extraída desde Pinar del Río hasta Camagüey—, luego de asumir durante varios meses todo el producto del país a raíz de la reparación de la otra industria de este tipo enclavada en Contramaestre, Santiago de Cuba.
Según precisó Daili Pérez, especialista de la planta espirituana, la producción asciende hasta julio a 5 296 toneladas, un 46 por ciento por encima de lo planificado para la etapa, mientras para la exportación se han destinado 4 331, cifra ligeramente superior a la prevista.
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