Las plazas de La Habana y Holguín, donde tendrán lugar las misas durante la visita del Sumo Pontífice, están casi listas.
“¡Mira, ahí trabajé yo!” Es la exclamación que resume para él días de intenso trabajo, de callos en las manos y piel curtida por el sol, cuando las imágenes en la televisión o el periódico le sorprenden cerca de algún vecino o amigo. Y detrás de esas gráficas, la fatiga por las horas de sueño interrumpido se compensa con el reconocimiento —en el escaso tiempo o espacio que puede dedicársele a un reportaje— de saberse útil, “de haber ayudado a que algo saliera bien”.
Esa frase significa mucho para Carlos Cabrera Peña, un multioficios —como se autodefine— con varias décadas de experiencia en el sector constructivo y un amplio quehacer como carpintero de la Empresa de Producciones Metálicas (Epromap). Alguien que por suerte o destino, pero de seguro “para privilegio atesorado como pocos”, resulta el único de esta pléyade de héroes de lo cotidiano que ha trabajado en la ejecución de los recintos para la misa de los tres Papas que han incluido a Cuba en su itinerario por el mundo.
Próximo a concretarse el tercero de esos viajes pontificios, en septiembre venidero, muchas son las expectativas en la población y arduo el desafío de cada jornada en las inmediaciones de la Plaza de la Revolución en La Habana.
Alberto Cuéllar y Rodney Fidalgo —ambos con el orgullo de haber trabajado en la construcción de los estrados erigidos durante la visita de Benedicto XVI y en los diseñados para la actual— reviven estos días que guardarán en sus historias de vida. “A las siete de la mañana ya estamos aquí trabajando, de lunes a sábado y por casi 12 horas en las que apenas paramos para almorzar”, confiesa Rodney a nuestro diario al describir cómo es un día de labor en su brigada, en el afán de conquistar esta meta compartida.
A varias decenas de metros del emplazamiento, metido de “a lleno” en las labores para que no “se escape nada”, Julio Estrada Torres —al frente de las labores de panelería— agrega a esta página escrita desde las miradas personales, el compromiso individual y colectivo de los trabajadores. Algo en lo que coincide también Sergio E. Rodríguez, encargado del aseguramiento.
“Es el orgullo de que te hayan tenido en cuenta lo que te compromete más”, puntualiza Yasmani Portillo, el más joven de los trabajadores, quien impresionó por sus habilidades en el periodo de adiestramiento y fue escogido para esta tarea como montador A, a sus cortos 20 años.
Todo ello, además de la calidad de las obras, impacta en la percepción de la imagen de una ciudad, en general, y en el currículum vítae de una empresa, en particular, que no en balde ostenta en su haber la condición de Vanguardia Nacional.
Son las voces de quienes tienen sobre sus hombros la responsabilidad de dejar todo listo y vigilar por la calidad y el “preciosismo” de cada detalle, y quienes con el ruido de taladros, sierras y martillos como background, accedieron a un breve diálogo con Granma para corroborar cuán avanzados van los preparativos, a la vuelta de unos días ya, de la misa del Papa Francisco en la capital de todos los cubanos.
Cinco son los objetos de obra que se erigen con ese propósito: el estrado principal, desde donde el Papa celebrará la misa, y la sacristía —situada esta última detrás del primer espacio—, el estrado del Coro y otros dos reservados para la prensa acreditada —ubicados estos en posición semifrontal a ambos laterales del recinto de mayor preeminencia, y con capacidad cada uno para 200 profesionales del periodismo—, explican Salvador Prats Martínez y el arquitecto Luis Manuel Pérez Coello, director general y director de operaciones de Epromap, respectivamente.
El grueso de las faenas, las más “fuertes”, han sido concretadas y posibilitan visualizar una buena fachada, a más del 90 % de su ejecución, de lo que deberá ser una digna palestra —a la altura de los más nobles sentimientos de este pueblo— para el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y Jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, el primer Papa de origen americano.
Lo que distingue este acometido de los precedentes —devela Prats Martínez— va más allá del mero cambio en la disposición de las plataformas al interior de la plaza, y está en la conjugación de las experiencias acumuladas en las dos visitas episcopales para optimizar el tiempo y las energías, y en la entrega e ímpetu diarios, pues “lo que decide —acota por su parte el director de operaciones— no es la cantidad de horas, sino la intensidad” de lo que aquí se hace.
Pérez Coello ayuda a desentrañar las complejidades de lo que no se descubre al golpe primero de la vista, y que entonces se dibuja ante nuestros ojos como una gran “armadura de madera”.
Son 50 los hombres y 39 las jornadas (hasta la víspera), consagradas a un desvelo común: el de vestir a la más importante de las plazas cubanas con su mejor traje —el de gala—, a la espera de un anhelado encuentro.
GRATO AMBIENTE AGUARDA AL PAPA FRANCISCO EN HOLGUÍN
Incesantemente se ha trabajado también en Holguín desde que de forma oficial se confirmó la visita del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica a este territorio, programada para el 21 de septiembre.
Tanto en la plaza de la Revolución Mayor General Calixto García —donde el Papa Francisco celebrará la misa— como en otros sitios donde estará la máxima autoridad del Vaticano y la comitiva acompañante, se han emprendido labores de construcción y mantenimiento.
Granma recorrió las áreas de la Plaza y constató el avance de las obras, donde deben quedar concluidas antes de que finalice el presente mes el montaje de las estructuras metálicas para dar paso a labores de decoración y de otros tipos, según información brindada por el ingeniero Robiel Pérez Gutiérrez, jefe de Producción de la UEB Nicaro, perteneciente a la Empresa Constructora de Obras Industriales No.9 de Holguín.
Es notable la marcha del estrado para la misa, armado con acero laminado en el área correspondiente a la tribuna de la plaza. Con sus 504 metros cuadrados ofrece suficiente espacio para que el Papa y los concelebrantes desarrollen con la solemnidad prevista la ceremonia que rebasa la expectación de los habitantes de la urbe provincial.
Creado por especialistas de la Empresa de Proyectos Vértice, quienes tuvieron en cuenta las recomendaciones de las autoridades religiosas, el escenario totalmente techado tendrá entre sus componentes significativos un pretil en el frente y laterales de la parte superior revestido con pegatina blanca sobre la que se destacarán tonalidades de azul, en evocación al mar donde fue encontrada la Virgen de la Caridad del Cobre.
También con una notable base metálica, ya están ubicados en los sitios escogidos los dos estrados para la prensa, cada uno con cuatro niveles y 87 metros cuadrados, así como el designado para el coro compuesto por 160 personas responsables de interpretar los cantos rebosantes de cubanía elegidos para la ocasión.
Carlos Antonio Benibelis Fonseca, jefe de la obra, confirmó que es una tarea severa. “Trabajamos en dos turnos. Uno de siete de la mañana a siete de la noche, momento en que entra el otro hasta las tres de la madrugada. Fue necesario hacerlo así para cumplir con las labores de soldadura, definidas como la ruta crítica”.
Dio por terminada la fase de montaje de las estructuras metálicas solicitadas en la Loma de la Cruz, desde donde el Papa bendecirá a la ciudad de Holguín y confirmó la continuidad de otras acciones propias de la parte civil de la obra que se ejecuta allí.
En su opinión, los trabajadores que directamente intervienen en las labores constructivas y los que las apoyan a través de diversas funciones, despliegan interés y profesionalidad porque reconocen la trascendencia que tendrá para la sociedad cubana y el mundo la visita del Papa Francisco.
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