Cuba reiteró en Naciones Unidas el reclamo de los países sin armas nucleares de recibir garantías de que no serán amenazados ni atacados con esos medios de exterminio en masa.
«La falta de avances en materia de garantías de seguridad constituye, sin dudas, una de las principales fuentes de frustración para los estados no poseedores de armas nucleares que somos partes del Tratado de No Proliferación (TNP)», advirtió el diplomático Rodolfo Benítez en la continuación de la novena conferencia de examen del instrumento vigente desde 1970.
De acuerdo con el representante cubano en el foro, previsto aquí del 27 de abril al 22 de mayo, urgen acciones concretas para revertir el preocupante escenario, ante la existencia en el planeta de más de 16 mil artefactos atómicos, la cuarta parte de ellos listos para su empleo inmediato.
En ese sentido, propuso a nombre de la isla tres aspectos que deberían incluirse en el documento final de la conferencia, revisión del TNP que se celebra cada un lustro.
La iniciativa recoge el reconocimiento de que la total eliminación y prohibición de las armas nucleares es la única garantía efectiva contra su uso o amenaza de empleo.
Asimismo, demanda el compromiso de iniciar, a más tardar en 2016, y concluir con urgencia un mecanismo vinculante e incondicional que de seguridad a los países sin los letales medios de aniquilamiento.
Benítez insistió en la postura fijada por la mayor de las Antillas hace unos días, cuando llamó a considerar el uso o la amenaza de utilización de armas nucleares un delito de lesa humanidad.
Ante el peligro representado por esos artefactos, alertó que los estados que voluntariamente renunciaron a ellos lo mínimo que pueden solicitar son las garantías de seguridad.
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