Nuevas maniobras de los organizadores del Foro Social de la VII Cumbre de las Américas provocaron este viernes el retraso de la sesión plenaria para la presentación de las recomendaciones de los debates de varias mesas de trabajo.
El reconocido intelectual cubano Miguel Barnet denunció que los responsables del evento exigen ahora la «reacreditación» de los delegados en un intento por impedir la intervención de las representaciones que cuestionan la presencia aquí de mercenarios y contrarrevolucionarios anticubanos.
Las discusiones en las mesas sobre Gobernabilidad y Participación Ciudadana quedaron divididas ayer cuando delegados de numerosos países exigieron la expulsión de esos elementos que cuentan con credenciales otorgadas por un aparato supeditado a la Organización de Estados Americanos.
Barnet, uno de los delegados cubanos plenamente acreditado ante el foro, condenó la nueva maniobra que trata de seleccionar a los asistentes al plenario y se preguntó qué hay detrás de todo eso.
La mesa de Gobernabilidad, en la que participó el intelectual cubano, emitió una relatoría de sus labores para ser presentada a los jefes de Estado.
El documento llama a tomar en cuenta la Paz como elemento indispensable y transversal en todos los temas y a reconocer y promover la proclama de América latina y el Caribe como zona de Paz, aprobada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Asimismo aboga por la promoción de una cultura de respeto y solidaridad con los pueblos de las Américas y al sistema libremente elegido en lo político, económico, social y cultural de sus respectivos países.
El texto reclama de los gobiernos una política exterior sobre la base de los principios del Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas y a solucionar las controversias por medios pacíficos.
Igualmente exige el rechazo a bloqueos económicos, financieros y comerciales impuestos a países y otras medidas unilaterales coercitivas con el propósito de ejercer presión a gobiernos legítimamente elegidos.
Al respecto, la reunión condenó la agresión contra la República Bolivariana de Venezuela.
Más adelante, demanda una distribución más equitativa de la riqueza y los ingresos, el acceso universal y gratuito a una educación de calidad, al pleno empleo, mejores salarios, acceso a los servicios de salud gratuitos y universales y el derecho a una vivienda digna.
El texto pide considerar varias experiencias como las de la participación juvenil en los órganos del poder popular sobre la base de la concepción inclusiva e integradora de las sociedades.
Además aboga por la participación activa de las mujeres en la elaboración de los informes nacionales país ante la Convención de Naciones Unidas contra todas las formas de discriminación y en la toma de decisiones, así como por garantizar que mujeres y hombres perciban igual salario por igual labor.
Los delegados demandaron la defensa de los principios de autodeterminación y no injerencia extranjera e instaron a «estrechar lazos con el hermano pueblo venezolano, hoy objeto prioritario de agresión por parte de Estados Unidos».
En la misma línea subraya el papel de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños como el organismo multilateral más amplio de la región y reclama la eliminación de las bases militares extranjeras.
Otra demanda de los debates clama por el cese del financiamiento otorgado por potencias extranjeras a Organizaciones No Gubernamentales que se dedican a sabotear la gestión de los gobiernos democráticos y progresistas de Latinoamérica y el Caribe.
Finalmente, el texto condena los conceptos de derechos humanos y democracia manipulados por la maquinaria mediática al servicio de elites políticas y económicas y exige el cese de todas las formas de discriminación.
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