Escambray Periódico de Sancti Spíritus
Miles de ecuatorianos volvieron a protagonizar una pulseada política, con manifestaciones y concentraciones a favor y en contra del gobierno en varias ciudades.
En Guayaquil, los opositores colmaron una de las principales avenidas de esa ciudad portuaria, al llamado del alcalde socialcristiano Jaime Nebot, quien en un discurso salpicado de insultos al presidente Rafael Correa y palabrotas, llamó «a rescatar al país».
Tras acusar al mandatario de mentiroso y farsante, Nebot arremetió contra los proyectos de ley de herencias y plusvalía que ya fueron retirados temporalmente por el Ejecutivo, y se opuso abiertamente al diálogo nacional convocado por el mandatario para debatir sobre equidad y justicia social en Ecuador.
No se puede ayudar al pobre destruyendo al rico, aseveró el alcalde guayaquileño, a pesar de que Correa asegura que su propuesta para incrementar el impuesto a la herencia afectaría a apenas el dos por ciento de los ecuatorianos, y que ley de plusvalía solo busca acabar con los especuladores.
En Quito, los detractores del gobierno volvieron a reunirse por tercera semana consecutiva en una céntrica avenida del norte de la capital, justo frente a la sede central de Alianza PAIS, para demandar la renuncia del gobernante, al grito de «Fuera Correa Fuera».
Los manifestantes iniciaron luego una marcha por las calles de la ciudad, cuyo alcalde, Mauricio Rodas, en su primera aparición en apoyo a las marchas opositoras, también rechazó el diálogo propuesto por el gobierno.
Mientras tanto, Correa recibió el apoyo de miles de personas que se congregaron en el monumento al prócer Eloy Alfaro en la ciudad de Montecristi, provincia de Manabí.
Durante el multitudinario acto, el jefe de Estado recalcó que la oposición utiliza los dos proyectos de ley como un pretexto para conspirar e intentar derrocar a la Revolución Ciudadana, como se denomina al proyecto social que se construye en el país desde enero de 2006.
Conspiran contra el gobierno legítimo de la Revolución Ciudadana. No quieren llegar al 2017 porque saben que los derrotaremos en las urnas, aseveró Correa, quien alertó que la estrategia opositora es poner en práctica un golpe (de Estado) blando.
Tras recalcar que hay un ataque concertado, lleno de manipulación, con la complicidad de algunos medios de comunicación, el mandatario advirtió que no deben jugar con la paciencia del pueblo, pues este saldrá a las calles a defender al gobierno.
A esta Revolución no la para nada ni nadie, y el pasado, no volverá, sentenció el líder ecuatoriano en medio de vítores de sus seguidores.
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Escambray / ISSN 9664-1277
En Ecuador hubo una elecciòn democratica y sòlo asi ganarán o perderán las pròximas elecciones. Deben de ocuparse en hechar adelante al pais y dejar toda actividad que no lleve a mejorar la situaciòn del pais.