Opositores al gobierno ecuatoriano salieron este martes nuevamente a las calles de Quito, pese a que el presidente Rafael Correa decidió retirar temporalmente los dos proyectos de ley que hasta ahora habían usado como argumento para protestar.
Aunque en número mucho más reducido que en días anteriores, los manifestantes se dirigieron en horas de la tarde de este martes hacia los exteriores de la Asamblea Nacional, para luego concentrarse en la avenida de los Shyris, en las inmediaciones de la sede central de la gobernante Alianza PAIS.
Los opositores, que portaban banderas negras y de Ecuador, gritaron consignas contra Correa y exigieron que se archiven de forma definitiva las propuestas que incrementarían los impuestos a las herencias y la plusvalía, antes de dispersarse ya entrada la noche.
Al igual en días pasados, un fuerte cordón policial se ubicó entre los opositores y los militantes del movimiento político gobernante que se mantienen en vigilia ante su cuartel general desde que comenzaron las protestas la semana pasada.
Por su parte, el alcalde opositor de la ciudad portuaria de Guayaquil, Jaime Nebot, insistió en convocar a una marcha de protesta para el 25 de junio próximo, pese a los llamados del prefecto de Guayas, Jaime Jairala, a desistir de hacerlo, ahora que las circunstancias cambiaron.
Este lunes, en un mensaje a la nación, Correa anunció el retiro temporal de las propuestas, para evitar, dijo, que esos grupos provocaran más violencia, y garantizar un ambiente paz en víspera de la visita del papa Francisco, prevista del 5 al 8 de julio próximo.
El jefe de Estado, en el poder desde enero de 2007, apuntó, no obstante, que se impone abrir un gran debate nacional, no solo sobre los proyectos de ley en cuestión, sino también sobre la clase de país que desean todos los ecuatorianos.
Queremos debates, no gritos, queremos argumentos, no manipulación, remarcó el mandatario.
Correa incluso se mostró dispuesto a archivar de manera definitiva ambos proyectos de ley, si sus detractores le demuestran que las nuevas tasas impositivas propuestas por el Ejecutivo afectarán a los pobres o a la clase media del país.
En el caso de las herencias, el gobierno propone una tasa impositiva que se comenzaría a aplicar de forma progresiva a partir de un patrimonio heredado equivalente a 100 salarios básicos, o lo que es lo mismo, 35 mil 400 dólares.
Según el presidente ecuatoriano, esa medida afectaría a menos del dos por ciento de la población, pues apenas tres de cada 100 mil ecuatorianos recibe cada año una herencia superior a los 50 mil dólares.
El gravamen sobre la plusvalía, por su parte, busca frenar las ganancias ilegítimas que obtienen los especuladores con la venta de terrenos y propiedades, sobre todo en zonas donde el gobierno construye sus obras.
De acuerdo con Correa, con ambos proyectos de ley lo que se quiere es lograr una mejor distribución de las riquezas, con miras a construir un Ecuador más justo y equitativo.
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