El gobierno de EE.UU. consideró el reinicio de relaciones diplomáticas con Cuba como uno de los momentos significativos del 2015, si bien reconoció que queda mucho por hacer aún para reforzar el acercamiento
Restaurar nuestras relaciones diplomáticas con Cuba fue un paso muy significativo en 2015, reconociendo, por supuesto, que aún hay mucho trabajo que precisa ser completado, dijo este lunes el vocero del Departamento de Estado, Mark Toner, durante su habitual rueda de prensa diaria.
El 17 de diciembre se cumplió un año del histórico anuncio de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, sobre el inicio del proceso para el restablecimiento de las relaciones bilaterales, interrumpidas por Washington en 1961.
El 20 de julio Cuba reabrió su embajada en Washington y el 14 de agosto lo hizo Estados Unidos en La Habana como un paso para dejar atrás «una política de aislamiento que no nos estaba llevando a ninguna parte», sostuvo Toner.
No obstante, el vocero reconoció que falta mucho por hacer en múltiples frentes, para fortalecer esta relación bilateral.
Entre las asignaturas pendientes, Toner mencionó el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la nación caribeña en 1962, y que suscitó en octubre la condena de 191 de los 193 estados miembros de Naciones Unidas.
Queremos que el bloqueo sea levantado, hemos sido muy claros sobre eso, pero será una tarea del Congreso, agregó el funcionario.
Desde el discurso sobre el estado de la Unión, el 20 de enero, Obama llamó varias veces al Congreso a acabar con el entramado de leyes y disposiciones que conforman el marco jurídico para aplicar las prohibiciones de comercio con la mayor de las Antillas.
El 11 de septiembre el gobernante renovó por un año más la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, que sustenta el bloqueo impuesto a Cuba.
No obstante, con esta acción el jefe de la Casa Blanca mantuvo su autoridad ejecutiva para relajar las sanciones.
Funcionarios de la cancillería cubana han reiterado que el jefe de la Casa Blanca dispone de amplias facultades para vaciar aspectos vitales del bloqueo.
En lo que va de año, varias delegaciones de miembros de la administración de Obama, congresistas y hombres de negocios viajaron a La Habana para explorar nuevas oportunidades de comercio, sobre todo en el ámbito de la agricultura.
Asimismo en el parlamento estadounidense se presentaron varias iniciativas dirigidas a modificar la aplicación del bloqueo y desmantelar la prohibición de viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba.
Para el futuro, permanecen pendientes temas mucho más complejos, algunos considerados lesivos para la soberanía del país caribeño, los cuales deben ser resueltos de cara a la aspiración de alcanzar vínculos normales, de acuerdo con las autoridades cubanas.
En este sentido, figura el reclamo por la derogación de la denominada Ley de Ajuste Cubano y la política de pies secos-pies mojados, que enrarece el clima migratorio entre los dos países.
De igual forma, quedan como asuntos álgidos la devolución del territorio ocupado por la base naval de Guantánamo, la eliminación de las transmisiones ilegales de radio y televisión, así como la cancelación de los programas dirigidos a socavar el sistema y ordenamiento político cubano.
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