La calidad de la mezcla caliente continúa en entredicho, aunque los entendidos aseguran que la mayoría de las fallas no dependen de las industrias espirituanas
Comienza la noche con su carga de brisa y temperaturas menos cálidas; a esa hora se inicia una faena que no tiene relevos; en la oscuridad solo quedan el horno encendido y ellos: los “candeleros”, hombres como Antonio Sorí, encargados de velar por que la oscura mezcla mantenga la temperatura.
Hace rato amaneció y todavía Antonio se mantiene en pie, aunque él y los demás admiten que lo más duro es la madrugada porque los párpados pesan una tonelada y no se puede echar un pestañazo que ponga en riesgo la producción de la jornada completa.
“Hacer esto no es cosa de juegos. Calientas el asfalto toda la noche para que podamos arrancar a las seis de la mañana y después se trabaja corrido. Es un trabajo que no se paga con nada, sin dormir, vigilando la temperatura para no ocasionar un incendio”.
Aunque insuficiente para tener de alta los cientos de kilómetros de patronato vial que tiene Sancti Spíritus, la producción de Hormigón Asfáltico Caliente (HAC) en la provincia experimenta una estabilidad en los últimos años, con volúmenes que se acercan a las 60 000 toneladas promedio, y que están en consonancia con la capacidad de sus tres plantas y la obsolescencia de sus máquinas.
No obstante, el mal estado de las calles y accesos, baches al por mayor y falta de pavimentación en muchos lugares hacen que Escambray pise sobre el asfalto caliente en aras de esclarecer criterios en torno a la calidad y producción de la mezcla.
LA INDUSTRIA SE RECUPERA
La provincia cuenta con tres plantas procesadoras de asfalto lideradas por la del municipio cabecera, con capacidad nominal para fabricar unas 300 toneladas en una jornada; la de Trinidad y la de El Yigre, en Yaguajay, las que se nutren de diferentes tipos de áridos extraídos de canteras cercanas, mientras que el cemento asfáltico es suministrado por la refinería Sergio Soto, de Cabaiguán.
Con esa producción, que este año debe alcanzar las 55 500 toneladas, las calles de la provincia aspiran a vestirse de limpio; reto grande para la industria, que al decir de Teresa Agramonte Valle, directora de la UEB Pavimentación, depende del comportamiento de una maquinaria que data de 1935, a la cual se suma una pavimentadora soviética de mediados del siglo pasado que solo el ingenio de los innovadores es capaz de mantener en pie.
“Este año comenzamos con la rehabilitación de la Planta de Trinidad, que llevaba unos seis meses sin producir y fue sometida a una reparación capital, junto al acondicionamiento de toda la infraestructura interior de la instalación”.
El 2015 empezó en grande con un programa que beneficia los accesos a las comunidades serranas, rurales y de interés nacional, pero lo cortés no quita lo valiente y los trabajos siguen dejando el amargo sabor de la insatisfacción en relación con la calidad, puesta en entredicho por razones que van desde la falta de equipamiento hasta la cuestionable calidad de los áridos y del cemento asfáltico 50-70.
“Durante esta etapa pretendemos dar un giro a la calidad del HAC y partiendo de allí se exigirá que donde Acueducto tenga un salidero no se va a pavimentar, esa es la primera condicionante y al mismo tiempo, garantizar la permanencia de un técnico a pie de obra que vele porque se cumpla con todos los parámetros para evitar errores en la mezcla”, aclara Teresa.
-¿Es posible que se puedan incrementar los niveles de fabricación de asfalto? ¿Por qué la provincia se mantiene con cifras similares año tras año?; sobre estas y otras interrogantes indaga Escambray.
“El plan se hace a partir de una planificación nacional y no está condicionado a los intereses de la provincia porque depende de la capacidad que exista para fabricar el líquido asfáltico que producen las tres refinerías del país, y también de la disponibilidad de áridos ya que no podemos olvidar que la cantera Nieves Morejón está casi agotada y hoy se tira ese recurso desde El Yigre, en Yaguajay”, sostiene Teresa.
¿LA MEZCLA O LA BASE PÉTREA?
Bajo un vapor que quema hasta los tuétanos, integrantes de la UEB Pavimentación derraman el líquido sobre la vía. La mezcla caliente y el sol de la tarde ponen a prueba la voluntad de hombres que una vez más intentan enderezar las torceduras en la construcción de la carretera de La Sierpe. ¿Deficiente calidad del asfalto? ¿Males congénitos de cimentación?
Cada quien tiene su respuesta. Javier Varona Vega, un especialista que al decir de muchos se las sabe todas en ese mundo y estuvo a pie de obra cuando en los 90 se construyó dicha carretera, asegura que la misma se concibió para que se realizara con todas las de la ley.
“Corría 1994, en pleno período especial, y todo colapsó. Eso llevó a que hubo que rediseñar el pavimento, porque la industria no tenía capacidad para entregar la base pétrea como era, pero había que hacer la carretera por lo que significaba para el país la producción de arroz y por razones económicas se iba a reducir en un 50 por ciento la asignación de combustible. Se pensó en la posibilidad de utilizarla cinco años y después llevarla a su diseño inicial, ya que se empleó el crudo Varadero, que no tiene buena calidad, como cemento asfáltico, y ya lleva 20 años en explotación. En estos momentos ejecutamos los primeros 4 kilómetros tal como estaba en el proyecto en aquella ocasión con la base que lleva.
“Sabemos que hay problemas con los viales, pero también le vamos arriba a una carretera cuando está casi colapsada y no se le da mantenimiento intermedio. Hasta ahora los trabajos del acceso a La Sierpe tienen buena calidad, salvo algunos problemas, no de mala ejecución, sino porque es muy difícil trabajar con tráfico las 24 horas, casi terminando de pavimentar comienzan a circular los autos, y está indicado que en esos casos las calles deben estar cerradas al menos 24 horas”, acota Varona.
Polvo, humo y mucho ruido marcan el día a día de Ronel Guerra Cruz, un joven tecnólogo de la planta de Sancti Spíritus que decidió apostar por esa argamasa que viste caminos, aunque el traje no siempre quede bien.
“¿Quién dice eso? Cuando el proceso falla no es precisamente por el líquido, la mayoría de las veces sucede por deficiencias en el diseño del pavimento, ya que no se realizó un buen trabajo en la base. No digo que no pueda suceder por problemas del asfalto como cuando existe un exceso de absorción de los áridos; pero siempre se realizan rigurosos controles sobre la calidad”, aclara.
Desde las plantas hombres cansados después de una jornada completa juran y perjuran que el hormigón asfáltico está libre de culpa cuando se trata de baches y están casi seguros que el asfalto no tapa fallas de nacimiento. “Para demostrarlo, aclara Teresa, se exigirá la entrega de ensayos complementarios de suelo a la entidad que ejecute cualquier vial para que el hormigón asfáltico caliente, que es tan caro en el mundo entero, tenga larga vida útil” y también ¿por qué no? , aliviar las mataduras de unos 500 kilómetros de vías en regular y mal estado.
El cemento asfáltico es suministrado por la refinería Sergio Soto, de Cabaiguán. ¿Cuándo le tocará un poco de este cemento a las calles cabaiguanenses que gritan desesperadas por la reparación?
Bueno no sé de que tanta calidad se habla cuando se dice de la Carretera de la Sierpe si en su primer kilometro le han salido unas cuantas grietas y le volvieron a echar una capa encima de la que estaba nueva pero le siguen saliendo, es que la base que tenia estaba mala, es que la mescla asfáltica de ahora también es mala, o es que no se le habrá echado el aceite que se echa antes del asfalto. Si la base que tenia esa carretera no era buena y estaba muy deteriorada porque no se retiro y se arregló el cimiento. Yo diría que tiene calidad en mucho lugares pero en sus inicios no tiene calidad.
las continuas capas de asfalto han creado una diferencia peligrosa entre el baden y la calle como tal , de mas de 30 cm ,cuano las bicicletas o ciclomotores caen alli el conductor va al piso sin contar los bandazos de los coches al ser tan altos y estrechos como el centro de gravedad tan alto , vengan y miren la esquina de la calle Cespedes y Agramonte y veran lo peligroso de la chapuseria q han creado