El incremento de sus colecciones vivas, la prestación de servicios científico-técnicos y la venta de plantas ornamentales crece, pero falta prioridad para desarrollar su función recreativa.
Con pasos lentos pero seguros avanza el Jardín Botánico de Sancti Spíritus rumbo a su recuperación ambiental, con la introducción de más de 200 especies que fueron recuperadas en varias partes de la provincia para su preservación y posterior reproducción.
Según declaró a Escambray Carlos Nilo Rodríguez González, director de esta institución, el movimiento recuperativo abarcó el rescate de 11 hectáreas que completan las 36 vinculadas al uso público y donde existen unas 682 especies vivas que pueden ser vistas por cualquier visitante interesado en apreciar las distintas colecciones naturales que proceden del territorio o de otras zonas del centro de Cuba.
“Desarrollamos estas acciones con los integrantes del propio colectivo, ya sean operarios, especialistas o másteres en distintas materias, pero con la convicción de que poco a poco el Jardín Botánico saldrá del anonimato en el que está sumido desde hace años”, aclara Carlos.
Con la llegada del nuevo curso escolar el centro se incorpora a la labor docente para atender 11 círculos de interés, algunos de ellos vinculados a la educación ambiental de niños y jóvenes y otro, como el de la localidad costera de Casilda, que agrupa a cerca de 50 educandos en un proyecto con patrocinio internacional para preservar especies exóticas invasoras, clasificadas como endémicas y en peligro de extinción.
Por los servicios científico-técnicos que presta a instituciones estatales o a personas naturales, entre ellos, el alquiler de espacios, la ambientación de locales o áreas abiertas y la venta de plantas ornamentales (con una colección en vivero que supera las 2 000), el Jardín Botánico logró, por primera vez en su historia, concluir el séptimo mes del año con utilidades que se revertirán en mejoras económicas para continuar el desarrollo de proyectos en el mismo.
Carlos Nilo añadió que ya se erigieron umbráculos, hay senderos más definidos dentro del parque, se trabaja en la edificación de un solario para el desarrollo de un área de cactus y se pronostica la aprobación de un presupuesto para construir un herbario con el que favorecerán la conservación de especies de plantas que habitaron en la región, sin desestimar el aporte significativo en el desarrollo de investigaciones y en la formación de estudiantes universitarios.
Pero a pesar de estos esfuerzos, el verano que finalizó fue el peor de los últimos años, al no contar con el apoyo solicitado para la venta de productos de la gastronomía, como en el 2014, ni con la guagua encargada de trasladar a los visitantes desde el parque Serafín Sánchez hasta el Jardín Botánico, con a penas unos 1 500 metros de trayecto.
“Para que se tenga una idea de cuánto nos afectó la falta de prioridad —dijo el director— en julio nos visitaron solo el 47 por ciento y en agosto el 17 del total de personas que lo hicieron en la anterior etapa veraniega y los que lo hicieron no regresaron, por carecer de los servicios elementales de venta de alimentos o refrescos y un medio de transporte para servirse”.
Yo viví allí cerca un tiempo y trabajé como técnico en el jardín. El gobierno de la provincia ha perdido por décadas y sigue perdiendo día a día ese lugar con potencialidades maravillosas para un gran parque de esparcimiento sano. No tiene riego para sus plantas, no tiene cerca perimetral por lo que lo que siembran se lo comen las vacas de los vecinos sinvergüenzas, no tiene teléfono, no hay transporte que llegue allí (ni en verano), no tiene gastronomía ninguna (ni siquiera un merendero, imagínense un restaurante). Además la mitad de su área está llena de marabú y las zonas más alejadas de los puntos de custodia está siendo invadida por construcciones de viviendas ilegales… Ese lugar se merece un proyecto ejecutivo grande dirigido por el gobierno y no dejarlo en manos del CITMA que muy poco puede hacer.
buenas estuve en el jardin hace años en una actividad cristiana y el lugar me impresiono por su belleza y la tranquilidad deben priorizar ese lugar para el disfrute pleno de los cubanos
La verdad es que el espirituano promedio ni conoce de la existencia de este Jardín Botánico y la inmensa mayoría jamás lo ha visitado, como si tuviéramos tantos sitios adonde ir. Hay muy poca divulgación sobre el mismo, una pena.
Mi lugar prferido en la villa del espiritus santo..bello y relajante.Cuando quiera huir del stress de la vida cotidiana..visitenlo calma mas y mejor que un Diazepan..Es realmente bello e instructivo..Como es posible que las autoridades no prioricen lo mejor de la ciudad y si el contaminado Yayabo con bote,malecon y todo?Las generaciones venidera le pasaran la cuenta por la desidia burocratica