Escuela Provincial del Partido: Un colectivo de detalles

La Escuela Provincial del Partido, Felipe Torres Trujillo de Sancti Spíritus, y sus homólogas municipales se insertan en el proceso de actualización del modelo económico cubano Podría hablar del persistente deterioro en la cubierta del edificio docente, de la obsolescencia en los medios informáticos para la autopreparación del claustro o

La Escuela Provincial del Partido, Felipe Torres Trujillo de Sancti Spíritus, y sus homólogas municipales se insertan en el proceso de actualización del modelo económico cubano

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Mirta Pérez Sosa, directora de la escuela Provincial del Partido, Felipe Torres Trujillo. (Foto: Vicente Brito)

Podría hablar del persistente deterioro en la cubierta del edificio docente, de la obsolescencia en los medios informáticos para la autopreparación del claustro o de las graves limitaciones con el transporte. Podría referirse a problemas que a diario ocupan sus neuronas, pero prefiere empezar por definir la misión que da vida al Sistema de Escuelas del Partido desde hace 55 años: contribuir a la preparación, capacitación y superación política, ideológica y cultural de los cuadros, reservas, militantes y otros actores sociales para ayudar de forma activa a la materialización de los objetivos planteados por la Revolución.

Mirta Pérez Sosa, graduada en 1980 de la carrera de Marxismo Leninismo en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, y máster en Estudios Sociales, asumió el mando en la Escuela Felipe Torres Trujillo cuando ya allí existía un colectivo de detalles, de esos que funcionan como un complicado engranaje donde cada pieza determina el resultado final.

Metodóloga de la Dirección Provincial de Educación en su disciplina por espacio de 13 años, parte de los cuales fungió como dirigente partidista de base, dice haber adquirido la experiencia necesaria para enfrentarse al nuevo reto durante su desempeño como secretaria profesional del Comité del Partido en el Hospital Camilo Cienfuegos, donde empezó a entender los procesos de dirección política que figurarían en el centro de su quehacer ulterior. “El sistema en Sancti Spíritus está integrado, además de nuestro centro, por ocho escuelas municipales. Yo te diría que en ellas radica la verdadera heroicidad, porque sus claustros los conforman activistas que no devengan salario alguno por su labor y las aulas pueden estar lo mismo en una escuela secundaria que en una fábrica o en una clínica estomatológica. Aunque surgió con una finalidad estrechamente ligada a la preparación de cuadros y reservas del Partido, asume desde la década del 90 cursos de actualización político-ideológica y relativos a dirección política para directivos y sus reservas de diferentes entidades, en concordancia con las necesidades del territorio, traducidas en solicitudes que nos hace la organización política”, explica.

De acuerdo con sus declaraciones, llevan ya cuatro años potenciando la capacitación en torno al tema económico sobre la base de los Lineamientos aprobados en el VI Congreso partidista, una encomienda a todas luces difícil, pero que se cumple con un alto nivel de efectividad al disponer de un claustro exhaustivamente preparado, en el cual figuran expertos en temas lo mismo religiosos que filosóficos, financieros o de dirección, algunos de ellos autores de artículos publicados en estas mismas páginas.

Desde el pasado curso asumen la capacitación de amplios sectores de la Unión de Jóvenes Comunistas y de las organizaciones de masas, cuyos centros de superación especializados desparecieron, agrega Mirta. Respecto a esa nueva encomienda precisa: “Hoy el reto es mucho mayor. Tenemos que beber de todo lo que metodológicamente está orientado para cada una de esas organizaciones y hasta de sus cambios estructurales, en aras de poder desarrollar esa labor docente que nos permita acercarnos a sus problemáticas”.

¿Cómo está diseñado el trabajo de capacitación para el sector juvenil?, inquiere Escambray.

“Atendemos la preparación política de los cuadros de la juventud y su reserva, desde todos los puntos de vista. Tenemos que hacer de esa superación una práctica cada vez más cercana a los problemas de los jóvenes de hoy, que no son iguales a los de ayer, pero lo que se logre está en dependencia de las matrículas que los dirigentes de la UJC nos colocan allí. Podría decirte, por ejemplo, que la ANAP como organización ha identificado un amplio número de jóvenes que tienen como cantera y que estamos capacitando.

“En las escuelas municipales hay un curso llamado Universo Juvenil, concebido para jóvenes que no son militantes; tenemos potencialidades para llegarles a todos, debemos lograr que tengan mayor matrícula, es un empeño en manos de esa organización propiamente.”

¿Es equivalente el hecho de cursar estudios en el Sistema de Escuelas del Partido con la aplicación eficiente de los conocimientos?

“La gente tiene que poner el empeño en lo que hace y en cómo manejar la política, porque la política solo, como teoría, no aporta nada. Si desde la conciencia de cada quien no hay un interés en entender que eso que nosotros estamos enseñando tiene una razón y una base teórica importante para su trabajo cotidiano, van a la escuela y no les entra el conocimiento. El provecho que se le saque a cada curso tiene que ver, en todos los casos, con la selección de quienes van a ellos.”

Desde hace algunos años los recintos de la “Felipe Torres Trujillo” acogen los diplomados de Administración Pública y Gestión Empresarial rectorados por el Consejo de la Administración Provincial, de cuya parte logística se ocupan en el centro sede, que contribuye también con algunos integrantes del claustro.

La profesora de Filosofía, recta y comprensiva a la vez, disfruta la docencia lo mismo que la institución a la que llegó en 1997. Podría hablar de las categorías académicas que ha alcanzado el claustro de de 22 trabajadores docentes, de la maestría que asiste a casi todos, en Administración, Finanzas, Dirección, Estudios Sociales, Ciencias de la Educación y Cultura Económica y Política, indistintamente. Podría dedicar largo tiempo a reseñar el quehacer dirigido a la preparación política del personal de Salud que sale a cumplir misiones de colaboración en el extranjero, primero en las escuelas de su municipio de residencia y luego en la provincial. Prefiere, no obstante, detenerse en la calidad humana de quienes integran el conglomerado institucional, ya sean profesores o personal de servicios.

“En la nuestra y en las restantes escuelas se respira orden, disciplina, consagración. Nosotros sabemos que tenemos muchísimas cosas por perfeccionar, que tenemos que seguirnos preparando, que debemos intencionar el relevo porque el claustro envejece y en cinco años se nos jubilarán 10 trabajadores. Ya estamos solicitando a la Universidad profesores de Marxismo e Historia, la más cercana a nuestra misión en el orden teórico; también podríamos asimilar a graduados de Psicología, Sociología y Derecho. Eso es una necesidad, pero tiene que ver con la estabilidad. Muchos llevan allí dos décadas o más, la mayoría lleva más de 15 años y serán reconocidos por ello con la Distinción 55 Aniversario del Sistema de Escuelas del Partido”.

Lo más hermoso, afirma, es el sentido de pertenencia de sus compañeros. Es, dice, un colectivo de esos pocos que se mantienen con el amor necesario para poner bonito su local, con la vocación precisa para caminar a veces 3 kilómetros a fin de no llegar tarde a clases, con la persistencia ineludible para mantener el recinto limpio y organizado.

Quizás por todo ello la reciente visita de la Escuela Superior del Partido Ñico López reconoció la experiencia en la dirección, la cohesión y la preparación del claustro. Y es que allí desvelo, profesionalidad y hospitalidad son valores que cada uno llevaba muy dentro desde antes y que se reafirmaron con las sucesivas direcciones que han tenido, donde no pueden faltar nombres como el de Zoila Betancourt, Rafael González y la propia Mirta Pérez.

“Allí hay, desde mucho antes incluso de yo llegar, un colectivo”, subraya la actual directora, y como para que no queden dudas de sus razones agrega: “Hay quienes dicen que irse de la Escuela Provincial del Partido es como perder a un familiar cercano. Hablo de la escuela nuestra, pero yendo más allá e incluyendo las otras te digo que en todas ellas se respira Revolución. Y hay algo más, en lo que yo no transo: las Escuelas del Partido son para los revolucionarios.”

Delia Proenza y y Adriana Alfonso

Texto de Delia Proenza y y Adriana Alfonso
Máster en Ciencias de la comunicación. Especializada en temas sociales. Responsable de la sección Cartas de los lectores.

Comentario

  1. Solo quería decir, que el articulo estâ muy interesante.

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