Biólogos y criadores que operan en la presa mantienen un sistema de vigilancia las 24 horas para proteger a los paiches ante los efectos de la sequía
Nadie como los criadores de peces de la presa Higuanojo para cuidar las especies que habitan en el embalse, casi seco por falta de lluvia, pero con una amplia población de paiches traídos desde Perú en 1980 para su reproducción in situ, además de los 900 000 ejemplares de tilapias que crecen en jaulas, como parte del cultivo intensivo.
En declaraciones a Escambray Pedro Plasencia Sosa, director de la Unidad Empresarial de Base Acuiza, dijo que desde el mes de febrero se suspendieron en el embalse todas las operaciones asociadas a regadíos y entrega de agua para otros fines, con vistas a salvaguardar la biomasa que allí habita y sobre la cual mantienen una estricta vigilancia las 24 horas. Ello permite evaluar el comportamiento de los peces gigantes, conocidos como ballenas de agua dulce, así como los niveles de oxígeno y alimento natural presentes en el agua, entre otros indicadores.
Actualmente Higuanojo acumula poco más de 7 millones de metros cúbicos de agua; sin embargo, es la presa Zaza la que mantiene la situación más crítica de toda la provincia.
Señaló Plasencia que el mayor esfuerzo de los acuicultores se concentra en las capturas sistemáticas que realizan en los ríos Tuinucú, Zaza y en el lugar conocido como Puente de Hierro, cerca de la Carretera Central, acciones protagonizadas por 11 brigadas de pescadores que envían, diariamente, unas 15 toneladas de peces a la industria de Sancti Spíritus.
A ello se suman entre 10 y 12 toneladas más que le extraen de la barriga a la Zaza para dirigirlas hacia las provincias de La Habana, Cienfuegos, Villa Clara y Camagüey, cifra que de abril a mayo superó las 188 toneladas y que por dificultades asociadas a la falta de capacidad, en la planta de beneficio del territorio no pueden procesarse aquí.
Tamaña tarea la de los acuicultores espirituanos que vigilan estrictamente el proceder biológico de las especies en cada presa o se aferran a las capturas donde sea necesario, para salvar a los peces de la muerte por hacinamiento, sin descuidar las extracciones de las tencas HG, que salen de los embalses Lebrije, Tuinucú y La Felicidad rumbo a la exportación, ni las cosechas en los cultivos intensivos, que reportan, cada día, casi 5 toneladas de tilapias y clarias, respectivamente.
No obstante, si persiste la sequía hidrológica en la provincia, la Acuicultura se apretará aún más el cinturón para sacar el mayor número de peces a las presas, lo que significaría una disminución en las capturas a largo plazo por falta del reemplazo de biomasa para su desarrollo, como parte de los ciclos tradicionales de siembra.
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