El canciller cubano, Bruno Rodríguez, efectuó una intensa gira europea esta semana, durante la cual realizó visitas oficiales a Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos.
En cada una de esas naciones, Rodríguez fue recibido por varias de las principales autoridades gubernamentales. Durante los encuentros, las partes intercambiaron sobre diferentes temas de la agenda internacional y manifestaron el interés en profundizar las respectivas relaciones bilaterales.
He llevado a cabo «excelentes visitas bilaterales», afirmó Rodríguez ante medios de prensa en Bruselas. La visita oficial de dos días que realizó a Francia, la primera parada de su gira, la calificó de «sumamente provechosa».
Lo recibió el presidente François Hollande. Ambos sostuvieron un diálogo constructivo en el que manifestaron la voluntad mutua de avanzar y reforzar las relaciones bilaterales en todos los sectores de interés común.
También se entrevistó con la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Irina Bokova. Las partes dialogaron sobre el estado de los vínculos entre la isla caribeña y la Organización.
Posteriormente, el canciller francés, Laurent Fabius, y su homólogo cubano mantuvieron un encuentro.
Comunicaron que durante el intercambio trataron diferentes aspectos de la agenda internacional como la preparación de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21) que tendrá lugar en París en diciembre próximo.
También abordaron la preparación de la visita que realizará en mayo próximo a Cuba el presidente Hollande, la cual calificaron de histórica, sobre todo por tratarse de la primera de un jefe de Estado galo a la nación caribeña.
Rodríguez señaló que expresó a Fabius «nuestra gratitud por la posición francesa en relación con el cese del bloqueo económico, comercial y financiero» impuesto por el Gobierno estadounidense a Cuba por más de cincuenta años.
Se mantiene en completa aplicación en particular en sus aspectos financieros e incluye dimensiones humanitarias reconocidas por el propio presidente Barack Obama y también de clara violación del derecho internacional, acentuó.
En horas de la tarde de su último día en Francia, fue recibido por el primer ministro Manuel Valls.
En Bélgica, Rodríguez y el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Extranjeros y Europeos de ese país, Didier Reynders, sostuvieron conversaciones oficiales.
Los funcionarios expresaron la intención mutua de contribuir al éxito de la II Cumbre Celac-Unión Europea que tendrá lugar en Bruselas en junio próximo. Más adelante conversó con el primer ministro, Charles Michel.
Otro de los elementos importantes de su visita a Bruselas, fue el encuentro con la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, como parte del proceso para alcanzar un acuerdo de diálogo político y cooperación con el bloque regional.
Mogherini informó que con miras a fortalecer las relaciones entre ambas partes, el venidero mes de junio se iniciará una ronda de negociaciones políticas que marcará el inicio de otras reuniones que podrían concluir a finales de año.
Por su parte, el canciller manifestó sentir que «hemos alcanzado progresos, que hemos avanzado en un espíritu constructivo, mutuamente respetuoso, sobre bases recíprocas hacia un fortalecimiento de las relaciones y la cooperación integral entre la Unión Europea y Cuba, y hemos repasado también los asuntos relacionados con la negociación de un acuerdo bilateral de cooperación».
La gira de Rodríguez también incluyó Luxemburgo. Allí fue recibido por su Alteza Real, el Gran Duque Henri de Luxemburgo.
Se reunió con el primer ministro y ministro de Estado de Comunicación y Asuntos Religiosos, Xavier Bettel; y con el titular de Asuntos Exteriores y Europeos, de Inmigración y Asilo, Jean Asselborn.
El canciller cubano también tuvo una intensa agenda en los Países Bajos. Lo recibió el primer ministro del Reino de los Países Bajos, Mark Rutte; y sostuvo conversaciones oficiales con su homólogo Bert Koenders, y con otros funcionaros de alto nivel.
Se reunió además con el director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, Ahmed Üzümcü.
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