Gallos: peleas de vida o muerte (+fotos y tabla de posiciones)

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Las estadísticas, el terreno y testimonios del colectivo técnico se entrecruzan a la hora de valorar la actuación del equipo espirituano en la presente Serie Nacional de Béisbol.

A falta de nueve partidos, los Gallos se encuentran en zona de peligro, aunque mantienen opciones de pasar a la segunda fase de la 55 Serie Nacional de Béisbol, pero… Al menos ocho equipos pelean por cuatro boletos, pues otros cuatro elencos tienen una posición más ventajosa. Por tanto, una victoria y el menor traspié tienen implicaciones parecidas.

“Todo el mundo tiene su Triángulo de las Bermudas en este final de la primera etapa, por eso hay que ganar sin mirar el rival”. Con esa filosofía Mario Zulueta asume la hora cero. Y pese a que de los últimos 15 partidos solo han ganado ¿4?, el mánager mantiene el mismo optimismo y la misma motivación de cuando arrancó la campaña.

Y esas son, justamente, las mejores reservas de los Gallos cuando el trabajo de meses se somete a examen. Estadísticas, terreno y testimonios tratan de no entrar en fricción, aunque no siempre lo logren.

LAS INCÓGNITAS DEL PITCHEO

Si bien el pitcheo había sorteado la ausencia de Ismel Jiménez, hoy despierta las mayores incógnitas y el box semeja un tablero. “Empezamos con un pitcheo joven, eso se llama plan operativo —explica Zulueta—; según se vean los equipos y como se vean los muchachos, buscamos la forma de ir moviéndolos”.

La opción no parece otra, con solo dos abridores estables, un Javier Vázquez enderezado en sus últimas salidas, un Pedro Álvarez (cinco derrotas) que no ha respondido y un Aldo Conrado del que se precisa mucho más.

Preocupan los hombres de atrás, después que el apagafuegos principal Yankiel Mauri no ha estado bien en las últimas apariciones, unas veces dejado castigar como en Holguín pese a propinar tres pelotazos y permitir siete limpias, otras por la nobleza de un lance ante Edilse Silva con el partido a punto de mate frente al demacrado Santiago de Cuba. Así, de mantenerse en la media durante todo el campeonato, el pitcheo descendió hasta el puesto trece y las variantes parecen seguir en probar a ver qué pasa con quienes están en el bullpen.

CÓMO HACER CARRERAS

El promedio sobre 280 de bateo (por encima de la media) encaja con los jugadores, pero las cosas se complican cuando hablan los números. Se han buscado variantes como mover a los “sembrados” de su orden habitual y explotar el toque de bola para adelantar.

“A lo largo de la preparación, el trabajo se ha enfocado en la rapidez en función de la ofensiva —sostiene Yaidel Cantero, entrenador de bateo—, combinando todas las acciones: poner corredores en base y hacer la ofensiva en condiciones reales de juego, usar varios peloteros da la medida de que todo el mundo está preparado y puede cumplir su rol en el momento que le toque”.

Tampoco se ha resuelto un mal de años: el robo de bases, con solo seis en 16 intentos, aunque Cantero desestima este elemento: “No lo creo así, hemos robado más bases que el año pasado (se robaron cuatro), depende de las circunstancias del juego, lo que importa no es que roben equis cantidad, sino que ganen los juegos de pelota”.

Con más de 30 años como preparador físico en las categorías inferiores, Luis Santana confía en los ocho meses que sumó la preparación: “Hay peloteros con varias series, hicimos una individualización, reconocemos que no son buenos robadores, pero el equipo no anotaba de segunda y se trabajó en función de eso. También utilizamos mucho el bateo por detrás del corredor, el trabajo con la fuerza para aumentar un poco más la fortaleza de las conexiones, tratamos de llegar lo mejor posible al final; hay un buen ambiente, disposición y no nos damos por vencidos”.

Intención y terreno entran en conflicto. Sancti Spíritus pone como promedio a 14.5 corredores por juego en posición anotadora y deja a 12 sin impulsar, algo notable en los encuentros más recientes cuando la presión aumenta. Entre quienes han ocupado de manera estable los turnos al bate del tercero al quinto (Yunier Mendoza, Eriel Sánchez y Liván Monteagudo) han encontrado a 161 hombres en segunda y tercera y solo han impulsado a 32, con menor incidencia del tercer madero con apenas siete. Pero la improductividad ha sido generalizada. Los espirituanos promedian menos de dos extrabases por partido y los 22 cuadrangulares han sido poco provechosos, con 13 de ellos con las bases limpias. Y en un equipo que no es rápido en bases, estos detalles cuentan, tanto como la necesidad de “bancoterapia” cuando las circunstancias lo dictan.

“Hay jugadores con varios años en la pelota, el sol está fuerte y se lo sienten, por eso a veces los quito a partir del séptimo inning, esos esfuerzos máximos son los que evitan que puedan llegar bien a los finales y nos hace falta que estén en forma para ese momento, por tanto los nuevos salen a hacer su trabajo. A veces nos critican porque movemos el banco, puede ser que el juego no sea usual en la provincia, pero es nuestra estrategia, la vamos a seguir, hay que ir sopesando”, insiste Zulueta.

DEMASIADAS PIFIAS

Con más de una pifia por partido, la defensa no logra salir de los últimos puestos, aunque casi la tercera parte de los errores son de una posición: la antesala, pero en general las marfiladas han provocado que el 10 por ciento de las carreras permitidas sean sucias. Agréguele que la combinación espirituana es la cuarta que menos doble play fabrica.

“Calificamos a los jugadores de cuadro con una defensa buena —afirma Reinier Escobar, coach de tercera—, aunque hemos tenido lagunas en tercera y analizamos profundamente que Serrano no hizo la preparación con nosotros, no realizó una serie de ejercicios que le incorporamos al entrenamiento, quizás eso afecte, pero es un muchacho en proceso de formación, confiamos que pueda ser un gran tercera base”.

El caso Serrano es la ecuación más complicada. A pesar de su bajo promedio: 259 de bateo y sus 24 ponches, es el líder en jonrones del equipo y es, detrás de Eriel, el segundo que más carreras produce en el conjunto, pero al propio tiempo ha cometido 12 errores. Dados los problemas con que llegan los Gallos a los finales de partido, les hace falta un hombre de fuerza y precisan de una llave segura. La decisión es del mánager: “No ha estado bien a la defensa, como joven tiene que mejorar cosas, sobre todo la concentración a la hora de fildear, de tirar, tiene deseos de hacerlo bien y mucha vergüenza deportiva, el día que hizo varios errores no comió y no paró de llorar, él es nuestro tercera base”.

Los días que restan serán tensos. La afición, que los ha visto luchar hasta el éxtasis ante Leones azules y dejarse morder por Perros holguineros, precisa asirse a la máxima de que mientras hay vida, hay esperanzas. Habrá también que conjugar la paciencia que pide Reinier Escobar: “El equipo está jugando de otra forma y que nos juzguen al final”, con el optimismo de Zulueta: “Lo hacemos con la disposición de todos los días, respetando al contrario que también quiere ganar. Estamos jugando y guapeando, nosotros hemos sabido remontar y salir de abajo. Al público le agradecemos porque nos sigue y está viendo que estos nuevos Gallos son de pelea”.