Desde que en el 2007 se iniciara en Sancti Spíritus el uso de este fármaco en los pacientes con úlcera del pie diabético los resultados han ido apuntando a la sanación. El tratamiento se extiende a todas las áreas de Salud
Ha pasado casi una década desde que aquellos frascos irrumpieran en los centros asistenciales de la provincia bajo el sigilo de un ensayo clínico que escogía a Sancti Spíritus para su estreno. Ha pasado casi una década del uso del Heberprot-P y los resultados son, por decirlo modestamente, alentadores: más del 70 por ciento de los pacientes tratados con el fármaco han evitado amputarse uno de sus miembros a causa de las úlceras del pie diabético.
Hasta la fecha más de 2 800 espirituanos que padecen esta afección han sido tratados con el producto, cuya aplicación se extiende a los 23 policlínicos diseminados por los ocho municipios de la provincia.
De acuerdo con Maylín Castellano, promotora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Sancti Spíritus, el programa integral de atención al paciente diabético se ha diversificado, toda vez que cada día se incrementan los beneficiados con el Heberprot-P para lo cual existe una pesquisa exhaustiva a fin de detectar los casos en la propia comunidad.
“En lo que va de año una cifra superior a los 500 espirituanos se han sometido a esta terapia y la mayoría ha logrado una cicatrización rápida de las lesiones, una disminución del riesgo de amputaciones, mejor calidad de vida y, por ende, una pronta reinserción social”, apuntó la especialista.
Aun cuando el producto se ha extendido de una forma más amplia a la población, los criterios de inclusión siguen siendo estrictos: pacientes que presenten úlceras del pie diabético en los grados 3 y 4, según la clasificación de Meggit-Wagner, aunque también se aplica en otros estadios.
Según los expertos, pese a que en la cabecera espirituana radica una consulta de referencia nacional, en las áreas de Salud también existen equipos multidisciplinarios para la valoración de los casos, los cuales están integrados por angiólogos, endocrinos, podólogos y enfermeros especializados en la administración del producto.
El tratamiento, que consiste en la infiltración del Heberprot- P en el sitio mismo de la herida, puede constar de 24 aplicaciones tres veces a la semana, pero, por lo general, al cabo de la décima inyección ya la mejoría es ostensible.
Aunque los beneficios del medicamento son tangibles, actualmente se realiza un estudio de impacto para constatar su eficacia, pues la terapia incluye a un porcentaje mayor de la población cubana.
El Heberprot-P, de factura nacional, ha ido extendiéndose a varios países del orbe, tanto que ya posee registro sanitario en 24 naciones y se prevé que en los próximos años se introduzca en Europa Occidental y en Norteamérica.
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