Ese fue el llamado de Jorge Cuevas Ramos, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, en la asamblea de balance del Comité Municipal de la organización en Fomento.
Cuando cerca de una veintena de delegados habían usado de la palabra para referirse a asuntos medulares del trabajo del Partido en su radio de acción, el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Jorge Cuevas Ramos, preguntó si las muertes vacunas estaban planificadas.
Murmullo en el auditorio. Se planifican, sí, en el caso del municipio de Fomento, un 0,03 por ciento, lo cual equivale a que 3,3 de cada mil cabezas de ganado bovino pueden morir cada año, según le explicó al dirigente político el director de la Empresa Agropecuaria Ramón Ponciano, entidad que urge fortalecer para la buena salud de la base económica del territorio.
Según Cuevas Ramos, el fallecimiento de cada res debiera ser analizado al detalle. De ser así—acotaba— seguramente aflorarían algunas negligencias ajenas a la insuficiencia de alimentos que por causa de la sequía ha incidido, según lo expuesto allí, en el alto número de reses muertas en lo que va de año, ascendente a 1 303.
Pero no fue de sequía de lo que más se habló en el encuentro, tercero que se desarrolla en la provincia para pasar revista al quehacer del trabajo partidista en los Comités Municipales, sino de lo que ha faltado por hacer para que los alimentos que tienen que ir a la mesa de las personas lleguen y no se extravíen en el saco de las justificaciones.
Que si falta vinculación con la base, que si no se comprueban los argumentos vertidos por los dirigentes administrativos y a veces la militancia termina poniéndose del lado de estos en lugar de exigir por la calidad de las actividades económicas, que si apenas se producen análisis críticos y profundos como los tiempos demandan, que si el paternalismo todavía asoma sus narices, que si no se definen responsabilidades individuales o la ejemplaridad se escurre por numerosas brechas, fueron temas abordados por los dirigentes de organizaciones de base zonales o de centros laborales, todos con la intención de lograr que el Partido impulse, controle y dirija en la medida que le corresponde para que el desarrollo al que se aspira sea palpable.
Quizás quien con mayor apego al sentir popular se expresó a la hora de tomar el micrófono fue Yanet Pérez, presidenta de la Comisión de Cuadros y secretaria del núcleo de la Oficina Nacional de Atención Tributaria (ONAT), quien aseguró que se debe pensar mejor a la hora de elegir a quienes dirigen a la militancia en cada lugar, pues no siempre las personas electas reúnen los requisitos necesarios cuando existen otras que sí los poseen y no resultan propuestas; de ahí se derivan —dijo— deficiencias ulteriores. Otro de sus reclamos fue desterrar el conformismo que asiste a una parte de la membresía, como resultado del cual hay jóvenes sin interés en entrar a las filas de la organización ya que los problemas se repiten y las soluciones no afloran.
Varios de los delegados convergieron en el criterio de mejorar los procesos de contratación y comercialización en la rama agropecuaria, así como abogaron por incrementar las producciones de renglones destinados al consumo popular.
“Solo se sigue y controla a quienes producen en grande o garantizan productos que sustituyen importaciones, pero hay pequeños productores a los que no se les llega y eso los desestimula. Hay que ir al campesino y juntar los poquitos para que sus producciones no se vayan por otra vía y se oferten luego a precios más elevados”, reflexionó Pedro Pablo García, dirigente político en la Cooperativa de Crédito y Servicio (CCS) Ñico López.
José Ramón Monteagudo Ruiz, primer secretario del Partido en la provincia, subrayó que se precisan análisis más rigurosos en el seno de los núcleos respecto a la actividad fundamental de cada centro, a la vez que se impone un mejor empleo de las comisiones de trabajo y la asignación de tareas específicas a los militantes.
A ser más prácticos y menos formales instó René Álvarez Monteagudo, funcionario del Comité Central, quien aseveró que además de la autopreparación de los cuadros, estos tienen como función permanecer en estrecho contacto con la militancia y demostrarle cómo resolver los problemas para que las cosas en su radio de acción marchen bien.
La cita en Fomento abordó, además la situación de la producción cafetalera y la atención a la Unión de Jóvenes Comunistas, tópico en el cual se resaltó la necesidad de ayudarlos a ser mejores militantes y trabajadores y de depositar en ellos responsabilidades y confianza.
Al término de los debates resultó electo el nuevo Comité Municipal, que a su vez dejó conformado el Buró Ejecutivo. Al frente del mismo resultó designada la compañera Damaris Báez Alonso. El plenario realizó un reconocimiento a Elaine Cárdenas Díaz por su sostenido trabajo al frente de la dirección partidista en el municipio durante los últimos seis años.
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