Justo cuando jerarcas estadounidenses claman por conjurar eventuales ataques como los de París y muchos recetan más bombas al Estado Islámico (EI), aparentes simpatizantes de ese grupo controlaron este lunes redes sociales del Comando Central del Ejército.
Esa instancia castrense admitió en un comunicado que sus cuentas de Twitter y Youtube se vieron comprometidas por alrededor de 30 minutos, aunque aclaró que estos sitios se encuentran alojados en servidores comerciales, no del Departamento de Defensa.
Dicho mando aseguró que sus redes militares operacionales no fueron intervenidas, por lo que no hubo impacto operacional del Comando Central de Estados Unidos.
El irónico hecho, del cual se hicieron eco la mayoría de los principales medios de comunicación en este país, fue considerado por el ente afectado como «mero cibervandalismo», pero lo cierto es que acentúa las dudas sobre el alcance del largo brazo del extremismo islamista y, asimismo, sobre la seguridad de los ciudadanos norteamericanos.
Según el diario The Hill, los «hackers», quienes se identificaron como parte del EI -que opera en Iraq y Siria, donde Estados Unidos y sus aliados llevan a adelante una campaña de bombardeos sistemáticos-, colocaron en el perfil de Twitter intervenido una foto en blanco y negro de un luchador de ese grupo con las frases: «Cibercalifato» y «Te amo ISIS (EI)».
También este lunes, la policía de Nueva York, el Departamento de Seguridad Interior y el Buró Federal de Investigaciones alertaron sobre posibles golpes terroristas, tras la publicación -por segunda vez desde septiembre- de un vídeo del EI que llama a matar oficiales de inteligencia, agentes de orden público, soldados y civiles, tanto aquí como en Francia, Australia y Canadá.
Las autoridades norteamericanas aclararon que esta nueva amenaza es consistente con otras similares del EI y Al Qaeda en meses recientes.
Tales amenazas -así como la histeria mediática y social consecuente- acontecen justo tras el ataque terrorista contra la revista satírica Charlie Hebdo y otros actos similares que hace menos de una semana provocaron en París la muerte de 17 personas y más de una decena de heridos.
Los extremistas esperan que esos actos, entre cuyos autores hay un autoproclamado seguidor del EI, inspiren otros crímenes similares en las naciones occidentales, opinó Paul Cruickshank, experto en estos temas de la cadena CNN.
A consecuencia del trauma originado por los atentados del 11 de septiembre de 2001 no ha dejado de reflotar una y otra vez en esta nación el miedo y la percepción de amenaza.
La víspera, el senador republicano John McCain acusó a la administración de Barack Obama de ser floja en la lucha contra el terrorismo.
En tanto, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, anunció una cumbre para febrero con el objetivo de prevenir la radicalización, alistamiento e inspiración de individuos o grupos extremistas en Estados Unidos.
Señaló que tales esfuerzos cobran nueva importancia «a la luz de los recientes, trágicos ataques en Ottawa, Sidney (Australia) y París».
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