Más de una docena de atletas le quedan a Sancti Spíritus en acción los que deben ampliar no solo la cosecha de medallas, sino el brillo.
Una lucha encarnizada por los cinco primeros puestos del medallero resultan los acordes más notables de los Juegos Panamericanos de Toronto, que entran ya en su última semana competitiva a la espera de que Cuba revuelque la tabla de preseas.
Concluidas 10 jornadas, resalta el liderazgo de Canadá, capaz de mostrar que, al margen de las ayudas arbitrales siempre previsibles a favor de la sede, sus cacareadas intenciones de desbancar a Cuba del segundo lugar del medallero rebasan el entusiasmo y los pronunciamientos verbales.
Los locales salen por todas las bandas y han conquistado títulos hasta en especialidades poco tradicionales para ellos, al punto de que ya rebasaban con creces las 30 medallas de oro que obtuvieron al cierre de la cita de Guadalajara, en parte por la alta cosecha del remo y la natación,
Justamente ese desempeño, más el repunte intempestivo de Colombia, tiene hoy a Cuba casi de rodillas en sus aspiraciones de subir al segundo puesto. Si imposible parece que pueda llegar a los 58 títulos de hace cuatro años, difícil será escalar a su plata por naciones.
Hasta ahora lo más descollante lo rubricaron los kayacistas capaces de arrancarle al agua seis medallas de oro, con el sello de Jorge García y Yusmari Mengana, para llevar la disciplina al reinado por países.
Otra actuación meritoria la protagonizó la gimnasia con la esperada resurrección de Manrique Larduet, con una medalla de cada color, aunque menos los jueces, todos le vieron ganar la competencia de máximo acumulador. Una nota altísima rubricó la quinceañera Marcia Videaux con su título en caballo de salto que redondeó el retorno de la gimástica cubana a la cúspide continental.
Al margen de la inconcebible descalificación de José Armenteros en la final de los 100 kilogramos, el judo quedó por debajo de sus opciones, pese a que todas las mujeres regresaron con medallas, solo dos ganaron la de oro, muy inferior a la cosecha de hace cuatro años, mientras los hombres terminaron con una.
Muy por debajo de sus pronósticos quedaron los luchadores de greco con solo dos títulos, incluido el esperado de Mijaín López, cuando en Guadalajara conquistaron seis de siete posibles.
En materia de sorpresas agradables se inscribe, el oro de la dupla de clavados de José Antonio Guerra-Jeinkler Aguirre y la histórica plata de la pesista Marina Rodríguez en los 63 kilogramoss que la convierten en la primera cubana en subir al podio continental de ese deporte
En los aportes dorados destacan las paletadas de Fournier, capaces de sacar dos oros del agua y la fuerza de los pesistas, también con dos títulos.
En cuanto a los espirituanos, además del resonado oro de la yudoca Dayaris Mestre, lo más relevante ha estado a cargo del remero Eduardo Rubio con un título y una medalla de plata en el doble par y el cuatro par.
También descuella el subtítulo del remero Janier Concepción en el cuatro par y los bronces de la judoca Greter Romero en los 52 kilogramos, la luchadora Yamilka del Valle en los 55, el bronce del multimedallista mundial de canoa Serguey Torres y de la también multilaureada Eglys de la Cruz en el rifle de aire a diez metros, estos dos últimos, lejos de sus pronósticos precompetencia.
Más de una docena de atletas le quedan a Sancti Spíritus en acción los que deben ampliar no solo la cosecha de medallas, sino el brillo. Del rifle de Eglys están colgadas parte de las esperanzas espirituanas y cubanas para ampliar la cosecha. De la Cruz vuelve al campo de tiro este sábado en su tradicional fusil 3×20 como parte de una disciplina que precisa incrementar su contribución.
Cuba espera por el atletismo —arranca este sábado— para fortificar su medallero como también por el boxeo, disciplinas tradicionales en estos juegos y donde la Mayor de las Antillas ha aventajado, hasta ahora, a los locales. De los títulos que puedan alcanzar pende, sin dudas, la suerte de nuestra delegación.
Este viernes la lucha libre buscaba ayudar a la “lucha cubana” por ascender posiciones lo mismo que las ciclistas, que abrieron con una resonada plata de Lisandra Guerra-Marlies Mejías en la velocidad por equipos. El taekwondo deberá ser otro de los deportes que pueden aportar lo suyo.
En cuanto a los colectivos, luego del “dale al que no te dio” que se armó en el béisbol, finalmente la escuadra cubana, pese a sus dos derrotas, salió airosa en el cuarteto de semifinalistas y este viernes esperaba por la definición de su rival. El baloncesto femenino arrancó con el pie derecho con la mira puesta en las medallas.
La tensión y las matemáticas serán protagonistas en Toronto, mientras Cuba intenta acostumbrarse a disfrutar presentación tras presentación de sus atletas, sin mirar demasiado al medallero.
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