Julio de 2015 clasifica como el tercer mes más cálido en Cuba desde 1951

Julio de 2015 fue el tercero más cálido en Cuba desde 1951, al registrar una temperatura media de 28,2 grados Celsius. Con una temperatura media de 28.2 grados Celsius, julio de 2015 clasifica como el tercer mes más cálido en Cuba desde 1951, superior en 0.7 el promedio histórico para

Julio de 2015 fue el tercero más cálido en Cuba desde 1951, al registrar una temperatura media de 28,2 grados Celsius.

Con una temperatura media de 28.2 grados Celsius, julio de 2015 clasifica como el tercer mes más cálido en Cuba desde 1951, superior en 0.7 el promedio histórico para el séptimo mes del año en nuestro archipiélago.

A juzgar por los datos del Centro del Clima del Instituto de Meteorología, los valores máximo y mínimo mensuales estuvieron en 33.1 y 23.3 grados, sobrepasando las cifras habituales en 0.5 y 0.7, por ese orden.

En julio se establecieron 11 récords de temperatura máxima, con el reporte más alto de 38.2 grados, en Contramaestre, provincia de Santiago de Cuba, el miércoles 29.

La capitalina estación de Casablanca tuvo 20 días con condiciones de calor intenso, cifra por encima de la media histórica del mes, que es de 17.

Igualmente, el evento el Niño/Oscilación del Sur (ENOS) prosiguió su desarrollo al incrementarse las anomalías de la temperatura superficial del mar en el océano Pacífico ecuatorial hasta en dos grados Celsius.

La intensificación de ese complejo proceso de interacción océano-atmósfera continuará hasta fines de 2015 y comienzos de 2016, pudiendo alcanzar la categoría de fuerte entre agosto y octubre, algo que no sucede desde el bienio 1997-1998, según los modelos de pronósticos.

De acuerdo con los expertos, el principal impacto del ENOS sobre el clima cubano suele tener lugar entre enero y abril del año siguiente a su aparición, cuando de manera general los totales de precipitación superan las cifras normales de la época.

En algunas ocasiones repercute en el incremento de episodios de lluvias intensas, brotes de tormentas locales severas e inundaciones costeras.

De igual forma, tiende a deprimir la actividad ciclónica en el área geográfica, pues genera fuertes vientos del oeste en la atmósfera superior, que entorpecen el surgimiento y desarrollo de tormentas tropicales y huracanes, al impedir que la energía se concentre en la columna de aire en la altura.

Cubadebate

Texto de Cubadebate

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