El poeta cabaiguanense Luis Martín abandonó la controversia de la vida este 19 de octubre. Escambray le rinde tributo con esta entrevista, dedicada a su 70 cumpleaños y publicada en 2011.
El público se levanta de sus asientos, los aplausos estremecen el estudio y la brillantez de las luces apenas permite distinguir los rostros. A la señal de los coordinadores del programa salen a escena.
—¡Y ahora lo mejor de la noche: la controversia! Con ustedes Luis Martín y Raúl Herrera en Palmas y Cañas, donde nace lo cubano.
La adrenalina corre por las venas de los cantores hasta llegar a las décimas. Frases ardientes engalanan el entorno. Es una lucha de caballeros, armados únicamente con la fuerza de su verbo. ¡Qué noche!
Hoy, con 70 años de edad, retirado de la actuación y como escenario su hogar, Luis Martín abre una vez más las puertas de su alma. Sentado a un costado de la sala del apartamento, ubicado en un tercer piso, aguardaba con impaciencia a la reportera. Recorre con la mirada la habitación y toma entre las manos una colección de periódicos, revistas y fotografías que registran la historia de su vida.
“Desde niño adoraba la música, a mi papá le gustaba oírme cantar; mi mamá pensaba diferente, decía que los poetas eran unos chulos. Fue muy difícil para mí lograr este sueño. Me inicié como aficionado, tenía unos 15 años, estaba casado y era padre ya. Trabajé como camionero, chofer de guagua, tractorista; tiré caña, guano, madera. Hice de todo para ayudar a mi familia.
“En los años 60 Virgilio y yo empezamos a cantar en un programa radial llamado Fiesta en la Cooperativa; luego el grupo se hizo profesional y quedé fuera. Un día veo al Comandante Faustino Pérez -yo había sido su chofer- y me preguntó por el canto, respondí que ya no lo hacía. Él se molestó y dijo: ‘¡Vaya para la emisora y dígale al director que yo lo mando!’. Así volví, poco a poco logré superarme y hoy soy artista gracias a él”.
La improvisación resulta compleja, ¿cuántas veces se quedó en blanco, como suele decirse?
“¡Oh!, miles de veces. Un día estaba en la Casa de las FAR, en La Habana, se encontraban Fidel y Raúl Castro, me concentré más en ellos que en la rima y me quedé en blanco; empecé a improvisar otra vez y no sé cómo me salió aquello. Raúl Herrera me ha salvado en varias ocasiones cuando me he visto en situaciones similares”.
Durante 44 años usted formó parte del elenco de Palmas y Cañas, ¿qué le aportó ese programa?
“Palmas y Cañas es mi programa favorito; aunque ya no cante allí, lo veo todos los domingos. Formar parte de éste constituyó una experiencia muy buena para mi madurez artística. Pude cantar con grandes de la décima como Chanito Isidrón; acompañarlo representaba un gran reto, una vez le dije: viejo, ¿qué hago? y recuerdo que me hizo una décima que me animaba y terminaba así: Yo he sido lo que tú eres/ tú serás lo que yo soy. Jamás olvido esa frase.
“Al morir Chanito me llevé a Raúl Herrera; nuestro locutor Cepero Brito me aconsejó que volviera a hacer humor y resulta que cautivamos a todos, fue una explosión”.
Unido a su vida artística Luis Martín desarrolló una amplia trayectoria revolucionaria, es militante del Partido, participó en la Limpia del Escambray… En cierta ocasión en España, en un espectáculo, rebatió los comentarios que hacía un ciudadano contra Cuba y en consecuencia, los españoles dejaron de escuchar su voz durante ocho años.
Tiene muy buenos amigos, ¿qué recuerdos le traen?
“Has tocado la sensibilidad de mi alma. Para mí el colectivo del programa Guateque en la Agricultura es como familia. Desde mi retiro por problemas de salud ha sido difícil acostumbrarme a estar sin ellos. Raúl era apenas un niño cuando lo conocí y desde entonces me ha acompañado siempre; está Virgilio que me cuidaba y aconsejaba de una manera muy cariñosa. Todos ellos son mi vida.
“Me molesté varias ocasiones con mis compañeros, pero son detalles y rápido los olvidamos. Una vez Raúl en una controversia me dijo más o menos así: ‘el hombre por justa ley/ cuando pasa los 60/ es esclavo del… PPG y del carey’. Eso no me gustó y le respondí: ‘el carey es un plato codiciado/ pero no está jorobado/ como los tarros de un buey/…pelarte de arriba abajo/ porque tú das tasajo/ a la provincia completa’. Aquello fue tremendo”.
Luis, quien domina más de cien tonadas, guarda entre sus preciados tesoros disímiles condecoraciones: las medallas por la Cultura Nacional, Antero Regalado y la Raúl Gómez García. Ha cautivado con sus melodías a países como Francia, España y Marruecos. Tiene tres discos de música campesina grabados en el extranjero y escribe actualmente un libro de décimas.
Si tuviera que redactar la historia de su vida, ¿qué momentos no obviaría?
“Mi matrimonio fue lo mejor que me pasó, luego mis hijos y nietos. En mi profesión, recibir el Premio Eduardo Saborit en el 80 fue maravilloso, pensé que mi corazón no aguantaba la emoción. Competí con los mejores poetas del país; el más bobo era yo y gané”.
Aunque su canto no adorne ya los guateques campesinos, sin dudas el pueblo cubano lo extrañará. Ahora el poeta entonará su rima con más ímpetu, colmado de muchos aplausos, los que da el mejor de los públicos: la familia.
Luis perdurará como el consagrado artista que es, como ese individuo sencillo, incondicional, el hombre que en un vuelo a París mordió los audífonos en lugar del chicle o el que en otra ocasión en el teatro Carlos Marx lo traicionaron los nervios y al recoger el premio se llevó en la cabeza un telón y casi le provoca una caída a la Fornés.
El poeta tiró el doble siete, pero regresará con su sonrisa antológica una y otra vez, para deleitarnos con su talento, porque como dijera su amigo José Antonio Rodríguez: Luis Martín se hizo figura/ con los grandes, en la cumbre/ y siguió con la costumbre/ de cabalgar en la altura/ la décima es su montura/ la tonada, su poesía/ por eso de Luis diría/ que llegó como ninguno/ y aunque lo critique alguno/ lo aplaude la mayoría.
La música campesina perdió un gran baluarte, tengo 55 años y lo conocí cuando yo era niño de apenas 7 años en mi querido Cabalgan, desde ese momento fui un seguidor de sus tonadas campesina y sus controversia humorísticas con otros fuertes exponentes de ese estilo. También el fue discípulo de Nespito Fajardin quien fue mi vecino y amigo, al cual Luis le cantó en varias ocasiones por la emisora CMHW de Villa Clara en la cual estuvo contratado casi hasta el momento de enfermarse Desde tierra Venezolana donde me encuentro cumpliendo misión transmito mi pésame a su apreciada familia y me uno al dolor que siente nuestro pueblo por su Irreparable pérdida, Luis no haz muerto, vivirás por siempre en el corazón de todos los cubanos y fundamentalmente de los que amamos nuestra genuina música campesina.
hola, buenas noches con tremendo dolor hemos recibido la noticia de la muerte de uno de los grandes del repentismo cubano , llegue hasta sus familiares y pueblo cubano y especialmente al pueblo espirituano mis mas sentidos pesame a sus familiares queridos , les escribimos desde tampa estados unidos , sintiendo mucho su muerte descance en paz , que siempre brille para el la luz perpetua , que el señor lo acoja en su seno sin mas dos fieles admiradores , milagros basallo y zenen tardio
He recibido la partida de Luis Martín con profundo dolor, fue un gran amigo para mi, compartimos muchos momentos juntos, estuvimos en las milicias territoriales e incluso visitaba su casa.
La musica campesina cubana pierde uno de sus mejores exponentes junto a Chanito, Ramón , Coralia, Jesús Pérez Sosa, y muchos otrs cantores cubanos.
Llegue a sus familiares precisamente en el dia de la cultura cubana mi más sentido pesame por la irreparable perdida.
Que descanse en paz.
Fue mi alumno en la secundaria obrera que tenia como sede la escuela primaria Serafin Sanchez..Todavia re cuerdo su sombrero negro y su risa perenne que alegraba la noche a alumnos y profesores.Descanse en Paz Y que Dios lo reciba como merece..
Descanse en paz este gigante, sentido pesame a su familia. Muchos recuerdos de tu andar como poeta, el Noticiero Cantado, Guateque en la Agricultura Palmas y Canas en fin donde quiera que sonara una guitarra, su repentismo se hacia presente. Eres un icono del campesinado. Supistes ganarte el carino con una labor muy aceptada. Eterno descanso.
Se marchó mi gran amigo Luis Martín, mi amigo y el de muchos #Cubanos y #Canarios que disfrutaron su arte en el punto y la décima Cubana, mi más sentido pésame a sus familiares y amigos, hasta siempre buen amigo, te recordaré en cada canturía guajira, tú amigo siempre, Juanito Panchín