La discordia sobre la escultura ecuestre de Serafín Sánchez vuelve a recorrer la ciudad como un fantasma en acecho.
De la maqueta, ¿a la realidad?
Nada nuevo. Según los historiadores, desde hace más de un siglo los debates se mantienen entre el quizás y el tal vez. La porfía no nació en las páginas de Escambray. El semanario, como sugieren las políticas editoriales, solo ha prestado su espacio para la polémica, el razonamiento y la posible salida a un asunto que ya andaba de boca en boca y que merece un definitivo punto final.
Más allá de caprichos y disquisiciones de teóricos, historiadores, escultores y toda suerte de especialistas —quienes, por cierto, no pocas veces donde dicen “digo” después aseguran que es “Diego” o se desangran en debates de esquina sin sostener sus puntos de vista en el lugar y momento adecuados—, la realidad no puede taparse con un dedo: el más grande de los espirituanos sigue sin su estatua ecuestre.
Según los anales históricos de esta manifestación artística, desde la antigua Roma surgieron esas grandes efigies de hombres a caballo, cuyo exponente más famoso se considera la erigida en bronce durante el siglo II después de Cristo al Emperador Marco Aurelio, que desde entonces ha servido de modelo a las demás.
En Cuba se conservan memorables esculturas ecuestres como las de Antonio Maceo en La Habana y en la Plaza de Santiago de Cuba, la de Máximo Gómez con su traje de campaña, la de Simón Bolívar en la céntrica Avenida de los Presidentes y la de Ignacio Agramonte, en Camagüey.
Según una reciente publicación en el sitio web de Radio Cadena Agramonte, a propósito del centenario de la estatua de El Mayor, esta revolucionó el espacio de la entonces llamada Plaza de Armas y otros tantos nombres que se diluyeron en el tiempo hasta quedar para siempre como el Parque Agramonte.
Allá, en principio, también se manejó otra propuesta de ubicación, pero —a pesar de las pequeñas dimensiones del lugar— los camagüeyanos decidieron no privar a su centro histórico de un símbolo de tamaña magnitud e incluso realizaron modificaciones a la planimetría en ese sagrado espacio.
A estas alturas del siglo XXI, con las nuevas corrientes de la postmodernidad, quizás podría parecer fuera de moda esta polémica sobre una escultura ecuestre, pero se trata de una idea pospuesta una y otra vez, además de que involucra razones sentimentales justo por tratarse del más grande de los espirituanos, un hombre con quien ni siquiera la Historia ha hecho plena justicia.
A la redacción de Escambray no solo han llegado las misivas publicadas. Cartas, llamadas telefónicas y decenas de comentarios en el sitio web no dejan margen a las dudas: el tema sigue moviendo el pensamiento y, sobre todo, el sentimiento de los espirituanos.
Diversos criterios se entrecruzan: que si hacer dos esculturas, una a Serafín y otra a Martí; que si esto es absurdo porque la grandeza del Héroe Nacional nadie la minimiza y la amistad entre ellos no precisa monumentos; que si valdría la pena involucrar al pueblo en la decisión; que si otros puntos de la ciudad también resultarían adecuados para ubicar la pieza; que si debía ampliarse la convocatoria y analizar propuestas de otros artistas…
El pasado año, en la encuesta más votada en las memorias de Escambray, donde se proponían varios sitios para emplazar la pieza, la inmensa mayoría de los internautas eligió el parque como el lugar ideal por su condición de centro sociocultural de la villa y sus posibilidades para desarrollar actos, ofrendas y veneraciones. En una pesquisa semejante, ubicada hace apenas unas jornadas igualmente en la página web del semanario ya se compilan 159 votos y hasta ahora casi el 70 por ciento de los participantes considera que la instalación en Sancti Spíritus de este monumento constituye un acto de justicia histórica.
Las disposiciones y procedimientos al respecto aparecen bien claros. La opinión de los expertos, en este caso el Consejo para el Desarrollo de la Escultura Monumentaria y Ambiental (Codema) y la aprobación de la Comisión de Monumentos desde el nivel municipal hasta el nacional resultan imprescindibles, en particular cuando se valora una zona como esta, declarada Monumento Nacional.
En estos momentos —según el Centro Provincial de Patrimonio Cultural— la legislación de Codema se encuentra en revisión con la propuesta de que solo el Consejo de Ministros apruebe estos proyectos y, aunque no se prohíbe la realización de obras, todas deben ser consultadas.
El dictamen técnico emitido por la Comisión Nacional de Monumentos el 7 de febrero del 2014, que valoraba en su conjunto la rehabilitación del parque, realizó las siguientes textuales recomendaciones: “Se diseñará y colocará un busto de Serafín Sánchez que se adapte en escala, proporción y material existente al de José Martí; se procederá a una limpieza profesional del busto de Martí; estudiar las áreas verdes para que los árboles siempre estén florecidos en distintas épocas del año”.
Ni una palabra sobre la escultura ecuestre. Ni una sugerencia de las mencionadas en torno a la maqueta, la proporción de los edificios circundantes, ni ningún otro detalle. En realidad, según los entendidos, el busto de Serafín que hasta hoy se mantiene en el lugar carece de los más elementales valores artísticos y precisa renovación. Además, el tipo de estatua en discusión —convencional, académica como las creadas en Cuba en la primera mitad del siglo XX— reclama un entorno apropiado, precisamente como esta zona del casco histórico.
Cierto también que la convocatoria para la estatua de la polémica en cuestión nació raquítica, pues al parecer apenas circuló entre algunos artistas y estudiantes, cuando la ocasión merecía convocar al talento nacional e incluso internacional para escoger entre varias propuestas. ¿Resultado?, solo se presentó una.
A Escambray no corresponde la última palabra, mucho menos emitir criterios especializados en una materia fuera de su competencia. Pero para que tanto debate no florezca estéril, ni el evidente deseo de ofrendar al héroe de las tres guerras sobre su corcel permanezca como hasta ahora, en el limbo de la indecisión, quedan dos caminos: partir de cero y comenzar todo de nuevo, o convocar a las partes en conflicto para sellar esta polémica, porque si algún testamento nos legó Serafín fue el alto precio de la unidad.
Me parece que la escultura debe estar en el Parque(Serafin Sanchez) por supuesto, sino que logica tendria que se le llamara asi, no veo razon alguna como para que tan siquiera de motivos para esta discordia, como tampoco le veo logica que no tenga ni tan siquiera un busto de el y halla uno de Jose Marti, bueno esta es mi opinion y respeto las de los demas pero me parece que no estoy errado, gracias a Escambray por este debate espero se solucione esto rapido y nos regalen para nuestra ciudad especificamente para nuestro parque lo que muchos esperamos gracias.
Lo cierto es q la actual glorieta es más funcional y en ella sí toca la banda, a diferencia de la anterior, en la que desde hacía muchos años no se situaba la banda.
En este tema, la formalidad administrativa le va ganando el juego a la lógica cultural.
cuando vamos a acabar con esa discordia, cuando veremos a Serafin en el parque. Saludos a Escambray.
Saludos amigos a este importante foro de la cultura espirituana.Recientemente estuve en la ciudad de Sancti Spiritus a visitar una amiga, estuve alrededor de 5 dias y tuve la oportunidad de recorrer gran parte de la ciudad y hay que elogiar el gran trabajo que se ha realizado en la restauracion no solo de la ciudad sino tambien de su casco historico.Tengo 65 años y añoro aun esa maravillosa epoca de los 60 y 70 y no puedo mencionar nada de mi tierra sino se menciona el Parque Serafin Sanchez y voy a dar mi opinion sobre la colocacion de una estatua en dicho parque:
1.El Parque lleva su nombre
2.La figura insigne de Serafin Sanchez es harto conocida por el espirituano medio
3.El Parque Serafin Sanchez siempre ha sido un lugar de ocio y descanso y en otras epocas como la mia de foro formador de generaciones.
4.La colocacion de una estatua reafirmaria lo que todos conocemos.
5.El area del Boulevard esta con varias de las figuras costumbristas de la ciudad (mas estatuas)por lo que hay que jugar con el ambiente arquitectonico de la ciudad.
Amen de estos comentarios no me gusto la nueva glorieta no se si esta basada en algun original.Yo tuve la dicha de conocer la original y no tiene nada que ver con la actual.Porque es muy moderna y rompe con lo tradicional del parque,porque esta a nivel del piso, no como la anterior que permitia divisar todo el parque y donde la banda municipal tocaba todos los fines de semana las famosas retretas y es en ese punto donde creo debemos darle mas enfasisi a nuestro Parque en lo cultural que para eso en gran medida se construyen los mismos para diversion y feliz esparcimiento de la poblacion.
Hasta ahi mis comentariosqueda de ustedes amablemente
Armando Soto Companioni(primer nieto de Miguel Companioni)
Saludos a ese prestigioso medio que es Escambray.Sí ustedes puedieran responder la siguiente interrogante-¿Junto a Villocho quién o quiénes no quieren la estatua de Serafín en el Parque? Gracias.
no es no querer una estatua mas es que ya es histrico el busto que hay en el parque y en la plaza de la revolucion pero porque no se instala la misma en la rotonda al entrar a la ciudad y hay un area que muchas veces no se sabe que inventar para darle uso al area verde pienso y por eso opino y me perdonan que si hacen un estudio mas minucioso es ese el lugar idoneo de serafin a la entrada de la ciudad..muchas gracias
Hay que agradecer a Escambray que preste sus paginas para algo que necesita el pais:La polemica y el debate,pues es sabido que nadie tiene la verdad absoluta:Es el silencio lo que perjudica y lo que aprovechan aquellos acostumbrados a imponer sus puntos de vista.Hoy es la estatua y con esperanza espero que esta polemica y debate publico se extienda a todos los aspectos de la sociedad.Pretender que todos opinamos lo mismo es mas falso que un billete de 4 pesos.El pais hace cambios,en mi opinion demasiado lentos,pero son pasos positivos,pero si se pretende una patria con todos y para el bien de todos, como deseaba el apostol,la discucion de los asuntos que nos conciernen debe hacerse con todos y en publico.Ojala esta polemica y debate se repitan y no solo con la ubicacion de una estatua.Gracias Escambray