La sangre sí llega al río

El Yayabo sigue desangrándose de a poco; ora por la indisciplina social, ora por la indolencia, la impunidad y el desentendimiento de muchos   Al río Yayabo le ha crecido otro afluente y, al parecer, a no ser los vecinos cercanos nadie más lo ha advertido. Quien lo ve no

Los trabajadores del Matadero han convertido al río Yayabo en un reservorio de sus desechos.El Yayabo sigue desangrándose de a poco; ora por la indisciplina social, ora por la indolencia, la impunidad y el desentendimiento de muchos

 

Al río Yayabo le ha crecido otro afluente y, al parecer, a no ser los vecinos cercanos nadie más lo ha advertido. Quien lo ve no cree posible tal desapercibimiento: un chorro hediondo y sanguinolento brotando incontenible de la boca abierta de un registro ultrajado. La sangre y otros residuales no tan líquidos que deben fluir dentro de aquella añeja conductora están siendo tragados irremediablemente por el Yayabo.

Sucede en las narices de todos: en el mismísimo Centro Histórico, a unos 200 metros más allá de la Taberna —esa novel instalación erigida a orillas del Teatro Principal—, donde confluyen finalmente las calles Dolores y César Salas; tan cerca que, si el aire corre a favor, desde el puente se huele.

Pero tal puñalada fue un acto también de la indisciplina social, o eso se presume. Cuando Anabel Lorenzo, vecina de Dolores 63, entre San Vidal y Silva, oyó aquellos golpes de mandarria como salidos del río lejos estaba de imaginar que luego emanaría ese manantial pestilente. El amanecer clareó la figura de dos hombres, con botas de gomas y mallas en ristre, que nadie ha sabido jamás lo que pescaban dentro de aquel registro.

“Llamamos a las autoridades para denunciar aquello y no vino nadie. Eso está así como desde mediados de noviembre y a partir de entonces empezó a salir el agua con sangre. Fui al Centro Provincial de Higiene, de ahí me mandaron para la Dirección Municipal de Salud y tampoco vino nadie. A finales de enero volví a ir a Higiene Provincial y un día por la noche vino alguien de Salud municipal. Mi esposo fue al Citma y le dijeron que ellos trazaban las políticas medioambientales, pero no las ejecutaban; es decir, que en teoría pueden hacerse cargo del río y en la práctica, no. Mas, lo cierto es que alguien tiene que preocuparse por eso”, sostiene Anabel Lorenzo.

Los únicos que lo saben, y lo sufren, son las autoridades del Comité de Defensa de la Revolución y del Consejo Popular. Pero ellos también han encontrado oídos sordos. Como si alguien pudiera taparse la nariz ante tanta hediondez, como si a pocos les importara que el Yayabo siga siendo un reservorio de desechos.

Han pasado meses; sin embargo, hace apenas unos días que a la Unidad de Medio Ambiente del Citma (UMA) llegó, anónimamente según dicen, la queja. El lunes pasado fue que los inspectores ambientales comprobaron la contaminación con sus propios ojos. Mas, nada se ha hecho —en la concreción de contener el vertimiento me refiero—, solo unas medidas hasta ahora estampadas en papel.

“Se está elaborando en estos momentos un dictamen. Nos dirigimos directamente a los compañeros de Acueducto y Alcantarillado y ya los pusimos al tanto de la situación —apunta Katiuska Lemus Torres, especialista de Regulación Ambiental de la UMA—. Vamos a dictar dos medidas específicas para esa situación: una que sería la prohibición de vertimiento de esa agua residual a los cuerpos de agua superficiales y subterráneos, en este caso estamos hablando del río, cuyos parámetros no cumplan con la norma cubana de vertimiento (Norma Cubana 27 del 2012); y la segunda, una obligación de hacer lo que impida la continuidad de esa conducta infractora que está establecido en el artículo 4 inciso c del decreto Ley 200 sobre Contravenciones en materia de medio ambiente, que sería específicamente reparar con carácter inmediato la conductora para lograr que ese residual se incorpore al sistema de conducción para su tratamiento final y posterior vertimiento en el término de 10 días a partir de la fecha de la notificación de la medida”.

Sin embargo, cuando Escambray tocó las puertas de la dirección de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, esta vez no habían llegado, por ninguna vía, las resonancias de tal vertimiento. Según los directivos es un ciclo: se obstruye, se limpia. Mas, a juicio de Emilio Hernández Sánchez, director de Mantenimiento y Equipos de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, solo hay una causa.

“La indisciplina es del Matadero, porque esa colectora transporta sus residuales. Ellos tienen una trampa de grasa a la que deben darle mantenimiento diario y cuando no se hace los desechos sólidos van a parar allí y obstruyen el sifón. Eso se destupe con frecuencia”.

En la misma mesa Norberto González y Mario López, director y jefe de Mantenimiento de la UEB Acueducto y Alcantarillado Sancti Spíritus, respectivamente, abogan por la oportuna información de la población para resolver con prontitud tales males y sostienen que por el Citma jamás se han enterado de esas situaciones.

Ni los más de 92 700 pesos invertidos el año pasado para rehabilitar esa colectora —como parte de las acciones para sanear el río—, ni los cuerpos de inspección de los distintos organismos, ni las advertencias al Matadero, según dicen, han bastado para evitar que la sangre llegue al río.

Mientras, el Yayabo sigue desangrándose de a poco; ora por la indisciplina social, ora por la indolencia, la impunidad y el desentendimiento de muchos. Curita a curita no se sanan los males y se sabe. Ojalá, al menos, que a estas alturas se haya cumplido aquella orden emitida en la mañana del jueves por walkie-talkie:

— Delfín, mañana vienes para acá para desobstruir el sifón del río.

Dayamis Sotolongo

Texto de Dayamis Sotolongo
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas sociales.

6 comentarios

  1. Gracias Dayamis por su artículo y su preocupación. Han pasado 3 días desde su publicación y hasta la fecha nada ha sucedido, por el contrario, la situación ha empeorado. Nos preguntamos qué tiene que pasar para que los responsables esto, actúen de una vez.
    Si Escambray es el órgano oficial del Partido y el Gobierno en la provincia, es de suponer que quienes dirigen nuestra provincia, lean este y otros artículos publicados. A dónde deben llegar las quejas para que oídos receptivos tomen decisiones?
    Es inconcebible que una entidad como el matadero responsable de esa conductora de aguas residuales, no tenga entre sus planes, la revisión de la misma, o simplemente velar porque funcione adecuadamente.
    Si existen leyes para sancionar a quienes matan una vaca o cometen delitos económicos, por qué no hay una , que penalice a personas o entidades que causan daños como estos? Como esta claro que tampoco la hay para sancionar a quienes gritan en espacios públicos, andan sin camisa en la calle o te obligan a escuchar lo peor de la música en cualquier lugar y hora o botan escombros y basura en cualquier lugar de la ciudad, como los micro vertederos que proliferan en las esquinas.
    Mientras en nuestro país el discurso este por un lado y la práctica por otro, continuarán hechos lamentables como este porque no es lógico ni sensato que algunas entidades existan para trazar políticas medioambientales y quienes deban ejecutarlas no se enteren.
    Ojo: no se puede estar tan preocupado por lo que hace Chevron en Ecuador o Brasil, y olvidarnos de lo que pasa en nuestra casa, en la misma puerta. ¿Qué sentido tiene invertir tantos recursos materiales y humanos, en campañas de fumigación que resuelven problemas a corto plazo y en breve todo está igual. La realidad es que el rio hoy sufre la peor contaminación en muchos años, amén de la imagen deplorable se lleva quien está de paso por la ciudad

  2. Otras obras tienen prioridad. Ejemplo: hoteles para extranjeros.
    Si el problema exististiera en un barrio de la Habana, donde viven algunas personas especiales, ya estaría solucionado.

  3. Rev Leonides Penton Amador

    La combatividad oportuna del periodista puede lograr resultados satisfactorios cuando abrda situaciones como estas que aquí se han mencionados :Pero sin duda queda un mal sabor cuando no se ve solución alguna.Yo por sì o por no,llevarè mi tapa boca preparado para evitar la contaminación.

  4. Si ninguna empresa se ocupa de lo que tiene que ocuparse,entonces que hacen los maximos dirigentes el gobierno que permiten que la indolencia ponga en peligro la salud publica?Como es posible que pasen meses y a nadie se le ocurra decirles a ellos que nadie hace nada y peloteen a los preocupados?Como es que reciben los meritos y las felicitaciones cuando la provincia o el municipio hace algo destacado y cuando ocurren cosas detestables como estas son las empresas de abajo quien recibe los»palos»merecidos,pero que si el de arriba hubiese hecho su trabajo,obligar a las empresas a hacer el suyo,no se llegaria a la denuncia publica.el capitan del barco lo debe ser en buenos y en malos tiempos.pero al parecer el barco «Yayabo»,viaja a la deriva

  5. Ricardo Peraza Jiménez

    Ojalá, queden todavía oídos receptivos en las autoridades competentes, en dar solución a esta muy grave contaminación de nuestro río Yayabo y en un futuro inmediato sus aguas pierdan la fetidez actual y pueda nuestra población y los turistas que en número creciente nos visitan. Caminar por sus márgenes y contemplar la belleza de su naturaleza así como de las obras coloniales que están a su alrededor.
    Además me pregunto, en este artículo la periodista Dayamis Sotolongo hace referencia a: Normas, regulaciones. Organismos, inspectores, fuertes inversiones monetarias para la solución de estos problemas. Las personas que ocupan cargos para velar que esto no suceda que además cobran sus salarios entre otras, para velar y responder por esto creo que deben rendir cuenta al pueblo por esta tamaña afectaciónn y en consecuencia y de acuerdo a su nivel de responsabilidad ser debidamente SANCIONADOS para que estas cosas no vuelvan a suceder en nuestro territorio.

    • Ojalá queden, Ricardo, no tanto oídos receptivos como olfatos intactos, que parece se extinguieron en las proximidades del Yayabo. Y eso que Escambray viene advirtiendo sobre esa problemática hace tiempo.

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