Esta tarde la artista inaugurará su exposición Entre hilos, alas y pinceles, proyecto sin antecedentes en la villa donde la lencería y el tejido se funden con las técnicas de la pintura
Con la presión que supone la apertura de una muestra, Escambray irrumpe en el estudio de la pintora trinitaria Yudit Vidal Faife para adentrarse en el universo que la creadora, acompañada de más de una veintena de artesanas del terruño colonial, han venido construyendo desde hace más de seis meses; un universo donde, por vez primera, la labores de aguja abrazan el dibujo a pastel seco, el carboncillo, entre otras técnicas de las artes plásticas.
Así, el lente capta el instante en que la creadora sugiere a quien bordó el lienzo, con el nerviosismo inherente de quien busca la perfección, el lugar exacto por donde la aguja debe atravesar la imagen para concluir la última de la piezas de su más reciente exposición Entre hilos, alas y pinceles, que el público tendrá la posibilidad disfrutar desde esta tarde en la sede del Museo de Arquitectura de Trinidad, ubicado en el Centro Histórico de la villa.
“Con este proyecto pretendo rendir homenaje a la labor que durante siglos han desarrollados las mujeres trinitarias, cuya constancia ha traído como beneficio que la lencería forme parte del rico patrimonio inmaterial del territorio”, detalla Yudit.
Damas coloniales con aros de bordar en mano y otras más próximas a la actualidad envueltas en rosas tejidas a croché habitan ahora en manteles, caminos de mesa, tapetes… que Yudit despoja de su carácter comercial y utilitario para transformarlos en obras de arte; fusión sin precedentes en la ciudad.
Además de sus valores artísticos, las piezas se erigen como una ventana para acercarse a la historia de la evolución de los puntos de la randa a partir de la presencia de puntos de antaño, algunos autóctonos de la Ciudad Museo del Caribe como, con otros emergidos en el pasado siglo, producto del mismo diarismo.
Entre hilos, alas y pinceles rinde tributo a la memoria de las artesanas Teresa Toscano Ruiz y María Matilde Puig Paneca, ambas paradigmas locales en el mundo del deshilado.
Lástima que no pueda ver frente a mí la obra de Yudit Vidal. Espero no tener entre sus lienzos y yo una cámara digital, miles de bytes y el cristal tratado de un monitor, sino la obra de verdad de frente. Siempre, desde que conocí por esta lamentable vía su trabajo me pareció muy bien. Esa es mi esperanza.
Trabajar con la palabra, _soy poeta_, y con la visualidad, _trabajo en una Galería de arte_, me da dos vías de verla. Lamentablemente está madiada por pantallas.
Me gusta mucho el estilo de Yudith, ya que realiza una bella combinación de los colores naturales y refleja en sus pinturas lindos rostros utilizando una técnica especifica